MADRID (EP). Merlin Properties obtuvo unas pérdidas de 83,5 millones de euros en 2023, frente a los 263 millones de euros de beneficios del año anterior, como consecuencia del impacto que la caída en la valoración de sus activos ocasionó en la cuenta de resultados de la socimi. En concreto, el valor bruto de su cartera fue de 11.270 millones de euros, un 3,4% menos en términos comparables, debido al efecto negativo que el alza de los tipos de interés tiene en la rentabilidad exigida a sus activos de oficinas, centros comerciales, logística y centros de datos.
En cualquier caso, se trata de unas pérdidas contables sin salida de caja que no reflejan el comportamiento de la compañía durante el último ejercicio, más allá del impacto que las valoraciones suelen tener en Bolsa, donde la compañía sigue sufriendo el efecto de la política monetaria, cotizando ahora un 33% por debajo respecto a antes de la pandemia.
En un encuentro con la prensa, su consejero delegado, Ismael Clemente, ha asegurado que la previsión es que las valoraciones sigan cayendo, sobre todo en el segmento de oficinas, durante al menos dos años más, toda vez que no espera que los tipos de interés vayan a caer pronto. En cuanto a la evolución operativa, los ingresos crecieron un 6%, hasta los 488 millones de euros, aunque el beneficio operativo se vio afectado por la venta en 2022 de las sucursales de BBVA, hasta los 284 millones de euros, un 2,1% menos. Sin el efecto de esa venta, esta partida habría subido un 9,6%.
Por divisiones, las oficinas concentraron 255 millones de euros en rentas, un 6,1% más en términos comparables, con una ocupación del 92,5%, mientras que los centros comerciales coparon otros 126 millones de euros, un 7,7% más, con una ocupación del 96,2%. La afluencia, tanto en oficinas como en centros comerciales, ya se ha recuperado al completo respecto a antes de la pandemia. En logística, las rentas fueron de 80 millones de euros, un 4,8% superiores, gracias a la práctica plena ocupación del 99%, a la indexación de la inflación y al incremento del 5,2% de las rentas en las renovaciones de contratos.
Su nueva pata de negocio, los centros de datos, sigue según lo planeado y en octubre del año pasado ya abrió sus tres centros: Getafe (Madrid), Barcelona-PLZ y Bilbao-Arasur, con 3 megavatios (MW) en funcionamiento en cada uno de ellos, totalizando 9 MW operativos, que le reportaron unos 500.000 euros de rentas. Clemente ha avanzando que ya se están acelerando las órdenes de compra de nuevo equipamiento, con el objetivo de tener 24 MW más instalados a finales del tercer trimestre de 2024, otros 9 MW hacia finales del primer trimestre de 2025 y otros 18 MW a finales de 2025, hasta totalizar 60 MW, que han supuesto una inversión de 560 millones de euros.
Por otra parte, también está pendiente de recibir la licencia de obras en Lisboa para un nuevo centro de datos, que espera para antes de abril, con capacidad para 80 MW, así como de aumentar el de Bilbao también hasta 100 MW. En total, espera contar a finales de 2026 con el potencial suficiente para 240 MW. Este año, la compañía decidirá sobre las diferentes opciones para acometer todas estas inversiones, valoradas en 2.000 millones de euros, la mitad procedente de deuda y la otra mitad a través de ampliaciones de capital o la entrada de un socio, entre otras opciones a valorar. Con todo ello, en 2024 ya espera obtener unos 11 millones de euros de las rentas de estos espacios y que en 2018 esta cifra pase a los 320 millones de euros, representando así la mitad de las rentas que obtiene la compañía por el alquiler de sus activos.
En el plano financiero, la deuda financiera neta de Merlin a cierre de diciembre de 2023 era de 4.050 millones de euros, un 6,8% más, elevando al 35% el LTV (proporción de deuda sobre valor de activos, frente al 32,7% del año pasado. La liquidez, por su parte, cayó un 29,5%, hasta los 1.309 millones de euros, con un vencimiento medio de la deuda de 5,1 años. Todos los vencimientos hasta noviembre de 2026 ya están cubiertos con una combinación de deuda bancaria y bonos.
Respecto a las previsiones para este año, la estimación del beneficio operativo es de 0,59 euros por acción, un 3,3% menos que los 0,61 euros de 2023. La liquidez suma 1.856 millones de euros, con un vencimiento medio de la deuda de 5,8 años y sin tener que hacer frente a nuevos vencimientos hasta mayo de 2025. Además, la compañía ha convertido todos sus bonos en verdes.