BARCELONA (EP). La multinacional catalana de hemoderivados Grifols registró un beneficio neto de 186,4 millones en el primer trimestre de este 2020, lo que supone un 63% más respecto a los 114,4 obtenidos en el mismo periodo de 2019. La cifra de negocio ha alcanzado los 1.293 millones de euros, un 11,8% más, y teniendo en cuenta los proyectos internos, externos y de empresas participadas la inversión total neta en I+D+i se ha situado en 83,3 millones.
Por divisiones, la Bioscience continúa impulsando el crecimiento de los ingresos con unas ventas de 1.040 millones, un 13,6% más; los ingresos de la división Diagnostic se mantienen estables en 167,9 millones (+1,4%), así como los de la división Hospital (+0,6%), que ascienden a 30,7 millones, mientras que la división Bio Supplies registra ventas de 64,1 millones, lo que supone un incremento del 24,5%.
El resultado financiero se ha situado en 16,8 millones de euros, y excluido el impacto del IFRS 163, la deuda financiera neta se ha situado en 5.803,6 millones de euros y el ratio de deuda financiera neta sobre Ebitda mejora hasta 4,12 veces.
La farmacéutica ha destacado que cuenta con "los recursos y la liquidez necesarios para cumplir con todas sus obligaciones a corto y medio plazo", y a 31 de marzo de este ejercicio, las posiciones de efectivo se situaban en 638 millones, que junto con las líneas de crédito no dispuestas por importe de 570 millones, establecen la posición de liquidez por encima de 1.200 millones.
Durante este trimestre, los laboratorios y Shanghai RAAS han cerrado su alianza estratégica en China, una operación que impulsará la producción, comercialización y desarrollo de los productos plasmáticos y de las últimas soluciones de diagnóstico transfusional en el país chino.
Grifols mantiene operativos sus centros de plasma, sus complejos industriales y su red comercial para seguir haciendo posible la producción y el suministro de medicamentos plasmáticos, soluciones diagnósticas y hospitalarias con las "mínimas demoras posibles" en el contexto actual de la pandemia por coronavirus.En los últimos años, Grifols ha invertido en aumentar su capacidad de obtención de plasma y actualmente cuenta con una red de 300 centros en Estados Unidos y Alemania, lo que ha permitido aumentar sus niveles de plasma en un 28% en 2018 y en un 13% en 2019.
Además, lidera un estudio clínico de eficacia para una inmunoglobulina hiperinmune antiSARS-CoV-2 en colaboración con la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) y otros organismos sanitarios. También trabaja con las autoridades sanitarias de Estados Unidos, España y Alemania para utilizar las trasfusiones directas de plasma de pacientes recuperados (plasma convaleciente) como tratamiento, y ha desarrollado una prueba diagnóstica de alta sensibilidad para detectar el SARSCoV-2.
La compañía ha destinado 60,2 millones de euros a inversiones productivas en el primer trimestre de 2020, y como parte de su respuesta contra el Covid-19, ha anunciado la ampliación de sus instalaciones para la inactivación vírica de plasma (por azul de metileno) situadas en su complejo industrial de Clayton (Estados Unidos), donde también cuenta con una planta aislada en la que producirá su inmunoglobulina antiSARS-CoV-2.