VALÈNCIA. No es fácil tener 15 años. Las dos protagonistas de La noria invisible bien lo saben y los días 15 y 16 de octubre expondrán sus temores, ocurrencias y deseos frente al público del Teatre El Musical. Las actrices Olga Rodríguez y Belén Ponce de León dan vida en este montaje a dos adolescentes que se enfrentan al mundo exterior con su revolución hormonal, haciendo de sus vidas un auténtico videoclip, pero la auténtica batalla se está librando en su interior: el paso a la vida adulta.
“Todos hemos sido adolescentes, a nadie le ha quedado otra que cumplir con ese trámite… De la mano de estos dos personajes volveremos a tener 15 años, revisaremos cómo vivíamos las cosas en ese momento y redescubriremos el mundo”, avanzan desde la compañía La Estampida, Premio Ojo Crítico de Teatro 2020, otorgado por RTVE.
Al igual que en sus espectáculos anteriores, el colectivo vuelve a poner el foco en personajes a los que no se suele prestar atención, ni en la vida real ni en la ficción. Todas sus propuestas apuntan su mirada a aquellas personas cuyas vidas parece que no merecen ser contadas. A fin de revertir esa dinámica, La Estampida construye personajes y situaciones para hacerlos presentes en el escenario. Los convierte en sus protagonistas, dándoles la oportunidad de expresarse a través de ellos mismos.
En esta ocasión y bajo la dirección de José Troncoso, relatan el encuentro entre dos estudiantes de secundaria que tendrán que aprender a hacerse fuertes y crecer irremediablemente en la microsociedad que conforma su instituto. La audiencia compartirá con ellas su pasión sin límites, pero también asistirá a la caída del imperio de la candidez para asistir a la proclamación de uno nuevo, el de la cruda realidad.
“La Estampida vuelve al TEM después de tres años para presentarnos su quinto trabajo, dirigido una vez más por José Troncoso. La noria invisible es una historia de adolescencia y del paso a la madurez con la que el público se sentirá totalmente identificado, pero que esconde una crítica aplastante al sistema educativo a través de la sátira y el humor negro que caracteriza a esta compañía”, ha valorado el director artístico del teatro del barrio del Cabanyal-Canyamelar, Juanma Artigot.
Para ayudar a los espectadores y a las espectadoras a asumir el punto de vista de las protagonistas, La Estampida ha generado un espacio escénico vivo y cambiante que no sólo facilita saber dónde se encuentran sino cómo. Mediante el uso del lenguaje gestual, los diferentes elementos y sillas de colegio irán conformando los distintos espacios que atraviesa la narración.
Una estructura circular de led permite viajar con Juana y Raquel a través de la euforia de sus efervescentes estados anímicos, desde la frialdad de las aulas hasta el parque de atracciones al que ambas deciden escaparse un mal día, además de la zapatería en la que se dicen para siempre adiós.
El compositor Mariano Marín ha compuesto para el espectáculo temas originales bañados en la música electrónica de los ochenta, envuelta en sintetizadores, así como épicas y románticas baladas de la época, que las actrices cantarán y bailarán arrebatadas, micrófono de mentira en mano.
