VALÈNCIA. (EP) El presidente de Naturgy, Francisco Reynés, ha asegurado que la compañía "ni está ni va a estar parada" por la oferta presentada por el fondo australiano IFM para hacerse con hasta un 22,7% de su capital.
En rueda de prensa con motivo de la junta general de accionistas del grupo, Reynés indicó que la obligación de la compañía es "crear valor para los accionistas, administrar los activos actuales y trabajar en una mejor asignación de los recursos", y que en esa labor está centrada la dirección de la energética, a pesar de la oferta.
En este sentido, afirmó que el calendario de la OPA voluntaria y parcial de IFM es algo que no está en las manos de Naturgy y que se puede alargar "todo el tiempo que crea el Gobierno", que cuenta con un plazo de seis meses para autorizar o no la operación, además del tiempo adicional para la aprobación del folleto por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). "Estas cosas se sabe cuándo empiezan, pero no cuándo acaban", dijo.
Por ello, Reynés recordó que la energética tiene sus planes para invertir unos 1.000 millones de euros este año en renovables y que además esta misma semana, en la que se cerrará el acuerdo al que llegó a finales del año pasado con ENI y Egipto sobre Unión Fenosa Gas, aumentará la disponibilidad del grupo en otros 600 millones de euros por esta operación.
Así, advirtió de que la energética cuenta con una liquidez de más de 10.000 millones de euros que le da músculo para abordar futuras adquisiciones, aunque dentro de la regla de oro de "generar valor" para los accionistas. "No estamos dispuestos a hacer cualquier proyecto a cualquier precio", añadió.
Asimismo, aseguró que con esa liquidez la compañía no tiene "necesidad" de realizar ninguna desinversión más, tras las afrontadas el año pasado, y subrayó que si se lleva a cabo alguna más serán solo por razones de "estrategia".
Sobre mantener su operativa la compañía, el secretario general y del consejo de la empresa, Manuel García Cobaleda, puntualizó que la normativa no habla de un deber de pasividad por la empresa que recibe una oferta, sino que lo que se reconoce es que el consejo debe hacer lo mejor para sus accionistas y abstenerse de hacer nada que pueda malograr la OPA.
"Nos podemos encontrar con 8-9 meses, no es del interés de los accionistas actuales ni de los oferentes el no hacer nada la empresa. Lo que tiene que hacer la compañía es continuar con su actividad", dijo Cobaleda.
Por otra parte, Reynés declaró que IFM, con quien la energética ha mantenido contactos tan solo en dos ocasiones -antes de presentar la oferta el fondo y antes de esta Junta- tan solo contactos ha trasladado de "viva voz" a Naturgy sus intenciones de no excluirla de cotización si tiene éxito su oferta, aunque aseguró que "escrito en piedra no hay nada en la vida, ni tampoco podemos pretender que lo sea".
No obstante, subrayó que "una parte importante" de las intenciones del fondo australiano sobre la compañía "tienen que ser plasmadas en el folleto (de la oferta), que va a ser público".
Además, Reynés reconoció que la interacción con el Gobierno de España es "permanente" con Naturgy, como una compañía regulada, aunque afirmó que el caso de la OPA de IFM no es tema, ya que "los criterios del Gobierno son del Gobierno y la compañía está obligada a ser un objeto pasivo".
En lo que respecta a la política de retribución al accionista, Reynés dejó en el aire las metas de dividendo marcadas en el plan estratégico presentado en 2018 para el ejercicio 2021 y 2022, de 1,51 y 1,59 euros, respectivamente.
"Aún no tenemos un nuevo plan estratégico y las cifras las daremos a conocer dentro del plan estratégico. No hay estrategia sin dividendo, que es uno de los pilares de generación de valor para el accionista, pero el grupo se encuentra en un proceso de elaboración de un nuevo plan y, teniendo en cuenta todas las circunstancias, propondrá un plan en el cual el dividendo dará una visibilidad mayor a largo plazo de 2022 y tendrá en cuenta las consideraciones del entorno previsto", dijo.