VALÈNCIA. Este martes se escribió una página más en la historia de la complicada relación del colectivo de Gent de Compromís con la coalición valencianista y sus tres patas, el Bloc, Iniciativa y Els Verds-Equo. El alcalde de València y exdirigente del colectivo, Joan Ribó, marcó grandes diferencias con la postura de Gent asegurando que sus críticas eran "totalmente exageradas". A su juicio, aquellos afiliados a Compromís sin pertenecer a ninguno de sus tres partidos no pueden "tener los mismos derechos" que los que sí pertenecen a ellos.
En este sentido, explicó que si alguien pretende estar en los debates de Compromís, sólo tiene que apuntarse a una de las tres patas. Gent de Compromís, colectivo del que había sido portavoz Ribó, había anunciado el día anterior el cese indefinido de su actividad "a causa de la grave falta de democracia interna existente en Compromís" porque tanto el Bloc como Iniciativa y Verds-Equo "han impedido sistemáticamente que las personas directamente afiliadas pudieran disfrutar de los mismos derechos que el resto de militantes".
Sin embargo, para Ribó, "es totalmente razonable" y "se tiene que entender perfectamente" que Compromís "es una coalición" y que no se puede pretender "tener los mismos derechos que las personas que están afiliadas a un partido". Estas palabras enfadaron y mucho a miembros del colectivo.
Así, el excoordinador de Gent de Compromís, Víctor Arroyo, respondió duramente con otro comunicado en el que no dejaba títere con cabeza. En él, acusaba a Ribó de haberse "quitado definitivamente la careta" y haber manifestado "su talante antidemocrático al diferenciar entre militantes de primera y de segunda".
Para Arroyo, la teoría "esparcida de manera oficiosa" de que las personas afiliadas a la coalición ya sabían adónde entraban y que no podrían tener los mismos derechos, "es directamente una falsedad". "Y él -Ribó- es el mejor ejemplo de eso", subraya Arroyo.
Explica así que los órganos de dirección de Compromís convocaron en su día a los afiliados directos a una asamblea para elegir cargos de representación de los, en aquel momento, adheridos, y fue Ribó el elegido, "cargo que oficialmente aún ostenta" ocho años después. Pasado todo este tiempo, denuncia Arroyo, "no se ha dignado a someterse a ningún tipo de renovación, ni Compromís la ha instado".
Por ello, Gent de Compromís promovió de manera autónoma dotarse de "una mínima estructura de organización (no política)", con el propósito de "hacer valer de manera común nuestros derechos". Fue entonces cuando Ribó y más miembros "abandonaron la organización sencillamente porque sus tesis perdieron ante las de la mayoría de la asamblea".