VALÈNCIA. Bajan revueltas las aguas en el Ayuntamiento de València incluso antes de celebrarse el primer pleno de organización en el que se aprobarán y el alcalde, Joan Ribó, dará cuenta de numerosas cuestiones como el salario de los concejales y asesores, el número del personal eventual que corresponde a cada grupo municipal, la cantidad de áreas de gestión y de comisiones municipales, etcétera. Todo esto se trató previamente este viernes en la Junta de Portavoces, donde toman parte todos los grupos, también los de la oposición, para poner en común pareceres.
De allí salieron en tromba tanto el Partido Popular como Ciudadanos y Vox para denunciar la aplicación de lo que consideran un rodillo democrático que entorpece la labor de fiscalización y la actividad de la oposición. Por ejemplo, Ribó informó a los portavoces de que este mandato se acabó de colapsar los servicios municipales con preguntas. Así, se impondrá una limitación a las preguntas por escrito que los grupos presentan en los plenos. Un límite que hasta ahora no había existido y que será de cinco preguntas por edil más cinco preguntas por grupo.
No cayó nada bien esta restricción a la oposición. La portavoz del PP, María José Català lo consideró "un ejercicio de vulneración de los derechos fundamentales que tienen todos los ciudadanos para que sus representantes políticos, aunque estén en la oposición, hagan una labor correcta de fiscalización".
Algo que denunció de la misma manera el portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner, que acusó al alcalde de "pasar el rodillo" y de "quitar todas las posibilidades a la oposición de poder realizar el trabajo con dignidad". El portavoz de Vox, Pepe Gosálbez, lamentó que se limite así "de manera terrible" la labor de control.
No fue la única decisión que levantó polvareda. La entrada del PSPV en el gobierno municipal ha tenido su repercusión directa en el reparto de los asesores. Así, Ribó ha modificado la manera de calcularlo y ha aumentado la ratio para los grupos del gobierno. Así, si a los socialistas se le presumían diez asesores, acabará teniendo una docena. El grupo de Compromís iba a tener catorce asesores, pero al final le corresponderán diecisiete. Estos tres se los restará a la Alcaldía, que se quedará con otros tres miembros de gabinete.
Este incremento en el equipo de gobierno ha ido en detrimento de la oposición. El nuevo cálculo deja un asesor menos -de 9 a 8- del que le correspondía a Ciudadanos y, por otro lado, también deja por debajo de lo que le tocaba a Vox. La formación verde debería haber contado con cuatro asesores y ahora sólo verá tres. El PP, por su parte, mantiene sus once plazas de asesoría.
Según Giner (Cs), con todas estas acciones "Ribó ha perdido la oportunidad de demostrar que es el alcalde de todos los valencianos, máxime con unos resultados electorales tan ajustados". Gosálbez (Vox) criticó duramente el cambio de criterio: "Ha vuelto a distinguir, como buen radical izquierdoso, entre concejales de gobierno y de oposición".
Además, este viernes se repitió la misma situación que la pasada semana y los tres portavoces cargaron contra la decisión del Ribó de forzar a la mitad de la oposición a acogerse a la dedicación parcial. Según la normativa estatal diseñada por Cristóbal Montoro, ocho de los 33 ediles de València deben tener esta dedicación parcial -que supone unos 5.000 euros anuales menos de sueldo y permite realizar otro trabajo al mismo tiempo-.
Lo que no explicita la norma estatal es cómo se reparten estas dedicaciones parciales, decisión que compete al alcalde de la ciudad. Así, Ribó decidió que se repartirían únicamente entre la oposición: cuatro de los ocho ediles del PP, tres de los seis ediles de Cs, y uno de los dos de Vox. La razón que dieron fuentes cercanas a Alcaldía es la necesidad de que todos los concejales del gobierno estén a pleno rendimiento para gestionar los problemas de la capital.
Ahora bien, también es cierto que en el ejecutivo municipal se contará con una regidora que, a su vez, es diputada provincial: Gloria Tello. Por eso hubo propuestas alternativas en la oposición para distribuir de distinta manera estas dedicaciones parciales y que afectaran en primer término a los regidores que compaginarán su trabajo en el Ayuntamiento con el de la Diputación de Valencia. Estos son tres: Tello (Compromís), Juan Giner (PP) y Rocío Gil (Cs). Las otras cinco, bajo esta propuesta, se repartirían uno por cada grupo.
Sin embargo, el alcalde no ha reconsiderado su proyecto y finalmente se aplicarán las ocho dedicaciones parciales en la oposición.