VALÈNCIA. (EP) El alcalde de València, Joan Ribó, ha pedido este martes un "pacto verde" para que la transición energética no aumente las desigualdades sociales y ha defendido que sea una transición social "justa" el "elemento transversal en todas las políticas públicas" y forme parte de dicho pacto.
Ribó, que se ha pronunciado así en la clausura del Foro Urbano València 2030 sobre el futuro de la ciudad, ha indicado también que "la innovación es un viaje colectivo y no un destino individual" y ha valorado la implicación de las distintas administraciones públicas, las universidades, los agentes sociales y la población en favor de una València climáticamente neutra.
El primer edil, que ha subrayado la participación en el foro de más de 1.500 personas, ha mostrado la voluntad de llevar las conclusiones de este encuentro al pleno municipal. "La misión climática València 2030 nos ayudará conseguir esa València deseada y soñada. No iremos lejos si vamos solos" porque este es "un proyecto de ciudad" que hace necesarios "liderazgos distribuidos en todos los niveles de gobierno, sectores, actividades y ámbitos de la vida cotidiana", ha dicho.
A su vez, Joan Ribó ha valorado el respaldo que el marco estratégico València 2030 tiene en la corporación local, con el sí de 31 de los 33 ediles, además de resaltar el apoyo de los gobierno central y autonómico en esta materia. Igualmente, ha resaltado el respaldo de las universidades y de los agentes sociales y ha considerado necesario sumar en este camino a familias, hogares, colegios fiestas, eventos deportivos, medios de comunicación, infraestructuras y comercios.
El primer edil ha agregado que la misión climática València 2030 comportará una ciudad con "aire más puro para respirar, menos contaminación y menos ruido, entornos más saludables, más espacios verdes de proximidad, más plazas y espacios públicos, mejor alimentación y de proximidad, una factura más barata de la luz y puestos de trabajo orientados a la sostenibilidad y la digitalización".
"El compromiso de ciudad con la transición ecológica y la lucha contra el cambio climático es grande, pero no vale hacerlo de cualquier manera", ha precisado y ha insistido en el "pacto verde". Ha añadido que "la transición energética debe garantizar el derecho a la energía como un elemento fundamental y combatir la pobreza energética", además de reivindicar el papel de las administraciones "como elemento fundamental de una transición justa".
Por su parte, la vicealcaldesa de València y edil de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez (PSPV), que ha participado también en la clausura ha señalado que los vecinos de una ciudad "deben estar en el centro de las decisiones" y ha apuntado que esta debe concebirse "como una intersección global y cotidiana".
Gómez ha asegurado que "el urbanismo da y quita derechos y moldea formas de relación", por lo que ha dicho que no se puede "dejar que la fiebre rentabilizadora" de "épocas vuelva a hacerse la dueña de las ciudades". "En València huimos de ese modelo y buscamos un modelo propio. Se debe renaturalizar, reconquistar espacios destinados al coche privado y potenciar los usos para las actividades cotidianas", ha planteado.
El vicealcalde de la capital valenciana y edil de Ecología Urbana, Sergi Campillo, ponente también en la clausura, ha manifestado que la gestión pública actual forma parte "de los procesos que definirán la València verde y sostenible del futuro". Ha valorado la celebración del Foro Urbano como "un diálogo histórico para debatir y reflexionar" sobre la ciudad y para impulsar "espacios de relaciones y diálogo que faciliten la cooperación y la solidaridad entre generaciones".
Entre los retos de futuro, Campillo ha citado el fortalecimiento de barrios "sin cometer errores urbanizadores del pasado", tener en cuenta que "una ciudad mediterránea no puede estar de espaldas al mar" y apostar por "una ciudad verde y no encajonada entre infraestructuras grises".
El cierre del foro ha contado también con el catedrático de Geografía Humana y comisionado para el Corredor Mediterráneo, Josep Vicent Boira, que ha hablado de "una ciudad mediterránea que se proyecta al futuro". "La ciudad se tiene que observar con su historia, con el reflejo del proceso de evolución y con el contexto que la condiciona. Hay que repensarla con la fusión de varias perspectivas y la colaboración de otras urbes" ha explicado.
Boira ha considerado que el urbanismo debe "obedecer a exigencias morales y cumplir con una justicia espacial" y ha resaltado que al tomar decisiones de ciudad se debe "pensar en las personas, su principal motor".
En la clausura, durante un diálogo sobre la innovación orientada a misiones y retos urbanos, Ribó ha compartido con la profesora de economía de la Innovación, University College London, y directora del Instituto para la Innovación el Propósito Público, Mariana Mazzucato, experiencias "para abordar transiciones" encaminadas a "conseguir ciudades sostenibles, saludables, equitativas e inclusivas".
Mazzucato ha asegurado que València es un lugar excelente para experimentar y proyectar esta experiencia en el ámbito nacional y europeo y ha destacado la importancia de "involucrar a la ciudadanía en un proceso de transformación". "Se trata de asumir riesgos, que en este caso vienen impulsados con herramientas de participación ciudadana y el apoyo de diferentes agentes sociales", ha dicho.
En el cierre del foto ha participado también la consellera de Agricultura, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, que ha felicitado a València por ser una de las cien ciudades que deben ser climáticamente neutras en 2030 y ha deseado que sea también Capital Verde Europea 2024. Ha señalado que las políticas verdes "pueden crear 10.000 puestos de trabajo solo en València y, además, trabajos cualificados".
Mollà, que ha considerado que esta es "una ciudad valiente", ha hablado de los efectos negativos del cambio climático y ha advertido de que "el Mediterráneo es una de las zonas del mundo que notará de forma más virulenta los efectos del cambio climático".