VALÈNCIA (EFE). El alcalde de València, Joan Ribó, reconoce que la gran afluencia de personas este año a las Fallas ha generado problemas en algunos lugares puntuales por falta de limpieza o de urinarios, a pesar de que, según ha asegurado, se ha hecho "un esfuerzo muy grande en cuanto a la limpieza".
En declaraciones a los periodistas en el balcón del Ayuntamiento de València, tras asistir a la última mascletà de este ciclo fallero, Ribó ha destacado que los valencianos han sabido contagiar sus "ganas de Fallas a todo el entorno y a toda España".
"Estamos en una ciudad en la que caminar comienza a ser difícil por la cantidad de gente", ha afirmado el alcalde, quien ha señalado que a pesar de la gran afluencia "han sido unas Fallas supertranquilas".
El único incidente "deplorable", según Ribó, ha sido la agresión homófoba a un fallero de la comisión Tomasos-Carles Cerverade, mientras que el resto "ha funcionado muy bien".
Ha resaltado las novedades, como el cambio de ubicación de los castillos nocturnos de fuegos artificiales junto a la Ciudad de las Artes y las Ciencias, que a su juicio, "han funcionado mucho mejor que antes", o los nuevos conciertos de fallas en la Alameda, que congregaron "a 15.000 personas dentro y otras miles fuera y todo funcionó como un reloj".
Sobre la Ofrenda, ha afirmado que habrá que mejorar las horas de este acto, después de que la fallera mayor de València, Laura Mengó, encargada de cerrarla, pasara a las 3 de la mañana, aunque ha señalado que "no es el primer año que acaba a esas horas".
"Desde que yo voy a la Nit del Foc, solo un año he visto a la fallera mayor porque siempre llegaba tarde", ha señalado Ribó, quien ha destacado también el incremento del numero de personas en la Ofrenda.
‘Una vez se quema, comienza la falla del próximo año’, dice la leyenda. Algunos de los artífices de los monumentos más icónicos sobre el espacio urbano cuentan qué hay de la resaca (emocional)