Hoy es 13 de octubre
VALÈNCIA. El Consorcio Valencia 2007, gestor del espacio de La Marina, está en proceso de liquidación. Pero el enclave debe continuar funcionando y es necesaria la gestión de su día a día. Así pues, el Ayuntamiento de València será el encargado de asumir tareas de esta gestión diaria.
Sin ir más lejos, este viernes la Junta de Gobierno Local ya aprobó la concesión de un espacio sito en La Marina a la asociación Asindown. Una de diferentes concesiones que aprobará en las próximas semanas el consistorio que dirige Joan Ribó, según aseguran fuentes de Alcaldía.
Otra de las cuestiones que ha hecho el Ayuntamiento en este impás administrativo del Consorcio es recuperar el control de dos edificios como son el de La Base y el edificio Docks, este último actualmente sin uso. Una buena muestra de que el consistorio tendrá ahora una dirección preeminente en La Marina. El alcalde recientemente también firmó las nóminas de sus trabajadores.
Esto se produce en plena disputa por el proceso de liquidación del Consorcio, actualmente bloqueado porque falta uno de los dos miembros de la comisión liquidadora. Por parte de la Conselleria de Obras Públicas se encuentra la secretaria autonómica de Política Territorial, Maria Pérez. Y por parte del consistorio, estaba un asesor de Alcaldía que por cuestiones personales se buscó cambiar por el director general del Consorcio, Vicent Llorens.
Sin embargo, la parte socialista representada en el Consorció se mostró reticente a la sustitución al considerar que, al estar en liquidación, su consejo rector ya no podía tomar ese tipo de decisiones. El alcalde, de Compromís, ha reclamado al PSPV que aporten informes jurídicos que avalen las reticencias pero estos todavía no han llegado.
Así pues, aunque las fuentes municipales esperan que estos documentos sean remitidos al Ayuntamiento próximamente y que el bloqueo se resuelva pronto, lo cierto es que los estatutos del consorcio tienen prevista una salida en caso de que no haya unanimidad en el seno del ente interinstitucional, donde ahora se encuentran la Generalitat y el Ayuntamiento.
Así, los estatutos subrayan que el consejo rector ha de adoptar mediante un acuerdo el nombramiento de un liquidador. Pero "a falta de acuerdo, el liquidador será el administrador del consorcio". O lo que es lo mismo, explicaron las mismas fuentes, que el liquidador sería el propio Llorens si no hay acuerdo, de manera que las formalidades no podrían alargar esta demora en el proceso demasiado tiempo.
La extinción de esta entidad arrancó después de que el Gobierno central la abandonara una vez había asumido la mayor parte de la deuda contraída para ejecutar las obras que requería la celebración de la competición de vela y atendiendo a los estatutos establecidos y al compromiso asumido por el Ejecutivo español a este respecto.
La desaparición de este organismo dará paso a una nueva fórmula de gestión para La Marina -que mantiene su actividad- en la que trabajan las administraciones autonómica y municipal y que todavía no está definida.