Foto: KIKE TABERNERVALÈNCIA (EFE). El fotógrafo oriolano Ricardo Cases ha afirmado a EFE que, en las disciplinas creativas, "al principio, lo que hay que hacer es enloquecer con algo que realmente te ilusione y ese enloquecer no tiene que estar condicionado ni frustrado por los obstáculos". Cases (Orihuela, Alicante, 1971) tuvo la semana pasada, en Logroño, una conferencia sobre fotografía en la Escuela Superior de Diseño de La Rioja (ESDIR), en el marco de sus 28 Jornadas de Diseño. Este fotógrafo ha animado a los jóvenes estudiantes creativos a que “simplifiquen al máximo las necesidades porque, al final, las limitaciones son un ejercicio creativo de por sí”.
“Trato de quitarle el ‘hierro’ a este asunto de la creación y de animarles a que sean activos y a que hagan cosas y materialicen ideas", ha subrayado; así como a que, "al final, no tengan tantas esperanzas en conseguir un resultado con estas ideas porque eso es una fuente de frustraciones, sobre todo a nivel profesional". Ha indicado que, en su caso, "la fotografía es facilitadora de personalidades, ideas e historias que llevas en la cabeza", por lo que ha animado a los alumnos a que, "con sus herramientas, bien sean de diseño gráfico o sean de moda, traten de tener esa actitud, que es lo que toca".
Cases ha destacado que "ahora hay una presión tremenda en el mercado laboral y si se tienen muchas expectativas de conseguir un empleo nada más salir de la escuela, esto es delicado" y "puede resultarles práctico lo de trabajar al margen de los resultados e ilusionarse". “En mi caso, tuve que insistir y ser perseverante. Hice bodas y de todo lo que se te puede ocurrir con la fotografía, y fui haciendo hasta que, al final, surgió la oportunidad años después", ha apuntado.
Ha incidido en que "si realmente te emociona algo creativo y tienes algo ahí, como un impulso, y te hace feliz el asunto creativo, más tarde o más temprano acabas encontrando la grieta por la que poder, por lo menos, tener una experiencia laboral". Sobre cómo definiría su estilo de trabajo, ha señalado que sus imágenes "tienen que ver con lo documental" y es una fotografía "muy relacionada" con el paisaje que rodea su propia casa. "Hay autores que necesitan becas porque quieren viajar a lugares extraños a hacer fotos, pero una referencia de mi trabajo es que siempre duermo en mi cama, es decir, salvo alguna excepción, mi jornada creativa tiene que ver con las instancias que hay con luz desde mi casa hasta que acaba la luz", ha resaltado.
Sin embargo, ha comentado que este marco en el que realiza su trabajo se amplió a partir de 2018, cuando pasó de solo fotografiar el entorno rural en el que reside a tomar capturas de la ciudad de Valencia, a la que viajó "con cierto exotismo, como el que se va a África". "Empecé a hacer crónicas de la ciudad, a salir a la calle y buscar el interés propio con asuntos que, muchas veces, son absurdos, e hice fanzines en mi casa", ha dicho, que recopilará en la exposición "El ficus del Parterre", cuya inauguración será el próximo 31 de marzo en el Centro del Carmen de Cultura Contemporánea (CCC) de Valencia.
