La directora de Imdi Funds lo tiene claro: los 'robo advisors' trazan el perfil de un inversor de forma objetiva pero el factor humano es imprescindible en la gestión
MADRID. La inteligencia artificial ha llegado al mundo de la inversión y lo ha hecho con la fuerte irrupción de los robo advisors. Estos asesores automatizados están facilitando el acceso a la inversión a muchos ahorradores, procurándoles asesoramiento gracias a los algoritmos matemáticos, que hacen posible trazar el perfil de un inversor de forma objetiva. Además, los robo advisors presentan varias ventajas frente al asesoramiento personal:
Así pues, nosotros no entendemos la palabra robo advisor como automatización de la gestión del fondo o la gestión de la cartera del cliente, sino como automatización del proceso previo a la inversión, el del perfilado del inversor.
Creemos firmemente que el factor humano en el momento de gestionar es necesario, e incluso diríamos que imprescindible, pues sólo el expertise y la experiencia de un quipo de gestores puede enriquecer la selección y diversificación de activos y productos.
Pero, por otro lado, el perfilado del cliente y la contratación de un fondo pueden automatizarse y, con ello, reducir costes, convirtiendo a los fondos en un vehículo de inversión democrático.
Patricia Mata es responsable de Imdi Funds