CASTELLÓ. La Serra d'Espadà es conocida por su valor medioambiental y por tener el mayor bosque de alcornocales de Europa. Un ecosistema en el que conviven numerosas especies autóctonas de flora y fauna. Quizá por la razón de considerarlo como un paraje natural de especial belleza, muy poca gente se imagina que en esa zona geográfica pueda cultivarse la vid, cosecharse la uva y elaborar un buen vino con ella. En 2005, un grupo de viticultores de Almedíjar creó Bodega Alcovi, una iniciativa que nació para dar un mayor rendimiento a la tierra y a un producto, la uva, que en muchas casas por tradición se solía transformar en uva pasa para poder conservarla un mayor período de tiempo y tener esta fruta durante el invierno.
Desde entonces, la evolución ha sido constante, según explica el técnico de la bodega, Sergio Fuster, quien señala que la empresa está integrada por cinco socios que gestionan 8 hectáreas de viña ubicadas en el término municipal de la localidad y que tienen “la peculiaridad que están ubicadas en una zona en la que domina la tierra de rodeno, esa pizarra rojiza, que es la que también tienen en el Priorat, lo que supone que los vinos tengan más minerales y mayor acidez y les da un mayor poder para envejecer en barrica y en botella”, acuña Fuster.
La bodega gestionada por Manuel, Asun, Marián, Mayte y Ainhoa producen entre 10.000 y 12.000 botellas de vino al año, en su mayoría de las variedades monastrell, cavernet sauvignon y shyra, aunque también elaboran una parte de vino blanco con sauvignon blanc y variedades muy arraigadas a Castellón como la planta fina y la castellana. “De hecho somos los únicos que cultivamos en la provincia la castellana, una variedad que le da unos aromas en boca y en olfato más afrutados al vino y no tan bastos como el macabeo”, asegura el técnico de la empresa. En estos últimos años se tomó la decisión de plantar varias cepas de cariñena, las cuales aún están creciendo, y abandonar el cultivo de la garnacha, que estaba presente en los primeros vinos.
El crecimiento del negocio es pausado, explica Sergio Fuster, ya que “vamos aumentando la producción poco a poco ya que el límite lo ponemos nosotros con la poda, cosechamos menos uva pero más concentrada, lo que aumenta la calidad del vino”. Paraje de Mosquera, Señorío de Almedíjar, Rodana o Alma de Espadán, este último monovarietal, son los nombres de algunos de los vinos que elabora y comercializa Bodega Alcovi. La firma tiene la bodega en la localidad de Almedijar, con unas modernas instalaciones, y realiza todo el proceso de forma artesanal desde la cosecha hasta la elaboración del vino, que se realiza con uva de fincas ecológicas y trabajando en ecológico, ya que “realizamos el proceso en frío y no utilizamos productos ni para estabilizar ni para clarificar el vino”, dice Fuster.
Los responsables de la bodega explican que los vinos son envejecidos en barricas de roble francés y americano de 225 litros y el embotellado se realiza de forma manual en la bodega. Para ello, se utilizan tapones de corcho natural, extraídos de manera ecológica de los alcornoques de la misma Serrà d'Espadà. “Todo ello lo convierte en un producto de proximidad”, explica Sergio, “con un alto nivel de calidad”. El técnico explica que “ha costado pero, poco a poco, la gente se ha dado cuenta de que el vino que elaboramos aquí no tiene que envidiar a ninguno que se produzca en otra parte del mundo”.
El mayor número de botellas se vende en los comercios de la provincia de Castellón y de Valencia, sobre todo en la zona del Palancia, aunque a nivel de exportación, tienen clientes en la República Checa y desde la tienda online también han vendido a diversos puntos de España.
Durante los últimos años han puesto en marcha diversas actividades enoturísticas como catas, maridajes o visitas guiadas tanto a la bodega como a las viñas, con el objetivo de que los visitantes conozcan las manera de trabajar y al mismo tiempo, “se convenzan de que el vino sale de nuestras viñas, que no lo traemos de fuera”, señala Fuster.