CASTELLÓ. El presidente de Pamesa, Fernando Roig, ha confirmado que el principal fabricante azulejero de Europa va "a dejar de asistir a la feria anual, Cevisama" debido a que conlleva "un gasto importante" que prefiere no asumir. Aunque no es la primera voz del sector que se queja del coste por la asistencia al certamen que alberga Feria Valencia, sí es la primera compañía que confirma que no acudirá... y es precisamente la más significativa.
De esta manera, Pamesa, que hacia principios de año estrenará sus nuevas instalaciones, que incluyen un showroom de 3.000 metros cuadrados, tendrá la oportunidad de alinear ambas circunstancias con el fin de dar un respiro a las cuentas de la compañía, que están sufriendo en sus carnes, como el resto, el encarecimiento del precio del gas. En concreto, entrevistado en directo en el programa Todo es mentira, de Cuatro, Roig ha señalado que el gasto mensual del grupo en gas ha pasado de los "nueve millones de euros" de principios de año, a 32, que son los que a día de hoy debe asumir.
Esto, ha dicho el propietario de Pamesa, provocará que los precios de los azulejos y baldosas vayan "a subir y mucho". En el grupo que encabeza esta subida rondará "el 25%", muy por encima de los incrementos que hasta ahora se venían barajando, ha asegurado. Y lo peor es que el empresario cerámico no prevé que esta espiral inflacionista de los costes energéticos vaya a acabar a corto plazo. Estos "tres últimos meses [de 2021] y hasta el tercero, cuarto o quinto de 2022 van a ser igual de terroríficos", ha augurado.
En la entrevista, Roig ha achacado gran parte de la culpa del incremento de los costes del gas a que este se utiliza en gran medida para la generación de electricidad en las centrales de ciclo combinado. El lunes, ha dicho, "fue el 36% de la energía eléctrica". Y atribuye esto directamente a los responsables políticos, que han eliminado la posibilidad de utilizar "carbón español" para estas centrales, cuando todavía no había suficiente capacidad renovable ni se ha impulsado la nuclear. Ante esto, el país se ve abocado a utilizar "gas extranjero", ha remarcado, para generar electricidad.
Pese a todo ello, el presidente de Pamesa se ha comprometido a mantener los "4.000 empleos" del grupo, pero a todos ellos les va a "exigir más" con el fin de mantener la competitividad, aunque algo "perderemos".
