VALÈNCIA. La entrada de los fondos de inversión en la empresa familiar suele asociarse al oportunismo. El ejemplo tipo es el de una compañía con problemas económicos o ante dificultades relacionadas con la sucesión familiar, donde el fondo -comprando barato- irrumpe con liquidez y mayoría para revalorizar la compañía y multiplicar su inversión a medio plazo. Pero este no es, ni mucho menos, el caso de la valenciana Royo Group.
La fabricante de muebles de baño se ha caraterizado precisamente por lo contrario en la última década, por crecer a buen ritmo incluso durante la crisis, abriendo fábricas y delegaciones en el extranjero para ganar más y más tamaño. ¿Para qué dar entrada a un fondo entonces? "Llega un momento en el que el potencial de la empresa está por encima del músculo financiero de la familia", explica Raúl Royo, CEO de Royo Group International Bathroom (RGIB) -la denominación adquirida por la compañía en esta fase de expansión-.
Expirado el plazo que se fijaron las partes para revelar determinados detalles, el empresario concreta a Valencia Plaza cuál fue el porcentaje de la empresa que compró el fondo H.I.G. Capital a la familia a finales de 2016. "Fue el 55%. H.I.G. creyó en el proyecto de expansión de Royo Group y apostó fuerte por la compañía", cuenta.
No obstante, si bien H.I.G. situó a sus directivos al frente de la administración de la multinacional valenciana, la familia conservó el poder ejecutivo a través de Raúl Royo, tal y como explicó este diario.
"Entendimos que hay que superar el apego a la propiedad si ello va en beneficio del proyecto. Nuestro nivel de inversión había llegado al máximo con nuestra apuesta por Polonia y Royo todavía tenía potencial, así que decidimos dar el salto", cuenta.
Solo unos meses antes, en un viaje organizado con periodistas valencianos para mostrar su nueva fábrica en la localidad polaca de Sztum, el dirigente -sin revelar todavía la entrada de H.I.G.- ya fijaba sus metas bien alto, sabedor de la entrada inminente de capital externo. El objetivo era -y lo sigue siendo- liderar el ranking de fabricantes de muebles de baño de Europa, por delante de las alemanas Burgbad y Pelipal, entonces segunda y primera.
Cerrado el ejercicio 2017 las cifras empiezan a darle la razón al directivo. Royo Group, citando las cifras del estudio del organismo italiano Csil (European Market for Bathroom Furniture and Wellness), explica que el líder de la categoría sigue siendo Pelipal con 150 millones euros de facturación, pero que el segundo ya es Royo. "Teniendo en cuenta las cifras de Polonia, Royo Group pasa a ocupar el segundo lugar por delante de su competidor Burgbad", explica el dirigente, que espera "ocupar el liderazgo categoría entre 2018 y 2019".
"El objetivo es ser el líder del mueble de baño en Europa y estar en el top ten del cuarto baño europeo -en el club empresas que facturan por encima de los 200 millones de euros-", agrega el empresario. En la actualidad, según indica, solo hay nueve compañías del baño que facturen más de 200 millones de euros en Europa, y ninguna de ellas es especialistas en el segmento del mueble. Se trata de seis compañías globales del baño (Roca, Geberit, Ideal Standard, Villeroy Boch, Duravit y Porcelanosa), dos de grifos y duchas (Grohe y Hansgrohe) y una de mamparas (Duscholux).
En esta línea, Royo destaca que el sector del cuarto baño en Europa genera unos ingresos de 11.000 millones de euros anuales, de los cuales el segmento del mueble de baño supone el 20% del mercado -es decir, unos 2.200 millones de euros-. "Lograr unos ingresos del grupo RGIB en 2020 de entre 200 y 230 millones de euros supondría tener una cuota de mercado europea del 10% en nuestra categoría y ser el líder indiscutible", afirma.
El caso de Royo Group no es el único. Otras compañías valencianas en un estado de forma indiscutible como la naranjera Martinavarro o la cadena de panaderias-cafetería Panaria (esta última también en una operación de H.I.G.) también han renunciado a la mayoría accionarial para acelerar su crecimiento. En el caso de Royo, no obstante, el voto de la familia, que conserva el 45%, es imprescindible para la toma de determinadas decisiones como ampliaciones de capital, salida de socios o la compra de empresas.
"Siempre habrá quien no lo comprenda, pero los imputs que yo recibo van en sentido contrario. ¿Cómo lo has conseguido? Me preguntan muchos empresarios, algunos con serias reticencias en sus familias para emprender proyectos similares. En nuestro caso mi padre, que fue el fundador, supo entenderlo. Y no solo eso: ahora ve con mucho orgullo la magnitud que está adquiriendo el proyecto que él inició", cuenta Raúl Royo.
El crecimiento de la compañía proseguirá de forma inorgánica, con la compra de compañías. El pasado mes de enero anunciaron la adquisición de Fiora, la enseña riojana creadora de los platos de ducha de resina, y el proceso continuará con la adquisición de entre 1 y 3 nuevas compañías en el viejo continente -según el tamaño-.