Rus desvió 'mordidas' de Imelsa para su club de fútbol

VALENCIA. El Olimpic de Xàtiva, el club de los amores de Alfonso Rus. El club de fútbol que presidió durante años y que, con la llegada del expresidente de la Diputación vio incrementado su presupuesto anual de 36.000 euros 2004 a más de 132.000, y eso solo en su primer año en el cargo. Pero según el exgerente de Imelsa, Marcos Benavent, ese presupuesto se consiguió destinando parte de las presuntas mordidas de Imelsa al equipo.

El método para conseguir el dinero era sencillo. Benavent explica: “el Olimpic de Xàtiva emitía una factura falsa al empresario, mientras éste a su vez emitía una factura por servicios inexistentes a Imelsa”. El yonki del dinero llega a afirmar que las facturaciones de las empresas pueden llegar a varios “cientos de miles de euros”.

Pero no sólo así se financiaba el fútbol. Marcos Benavent explica: “la segunda de las casuísticas consistía en que una empresa emitiese una factura falsa a la empresa pública Imelsa. En ese caso el empresario recibiría el IVA por elaborar la factura, y la base imponible sería el dinero en efectivo que se generaría, y que Benavent entregaría a Alfonso Rus para presuntamente financiar irregularmente el Olimpic de Xàtiva”. 

Entre las empresas que supuestamente entraron al juego de las mordidas para el fútbol se encuentran las constructoras Cloep, Luján, Pardo Obras y Servicios y Meydis, todas ellas empresas que han trabajado para la empresa pública Imelsa a través de diferentes contratos públicos. Para camuflar los pagos irregulares se utilizaban conceptos como “vallas” o “publicidad”.

Las cuentas del club

Las cuentas del club reflejan que los ingresos de dinero del mismo fueron de 49.000 euros en 2005, casi 169.000 en 2006, más de 300.000 euros en 2007 con una importante aportación -139.200 euros- de la constructora Llanera, 257.000 euros en 2008, 264.000 en 2009, 261.000 en 2010, casi 285.000 en 2011 o 319.000 en 2012, bajando a 140.000 y 110.000 en los dos últimos años de Alfonso Rus al frente del equipo deportivo.

Los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil explican que las cantidades de dinero que percibía la entidad deportiva eran, en realidad, mayores, ya que en las cuentas no figuran las aportaciones menores de 3.000 euros o, por ejemplo, los ingresos generados por la venta de entradas. 

Los investigadores también explican que otra de las formas de ahorrar dinero para el club era a través de los ‘zombies’, trabajadores que tenían nóminas de la empresa pública Imelsa pero que cobraban sin ir a trabajar. Uno de ellos era un jugador del Olimpic de Xàtiva, Miguel Ángel Mullor, que cobró más de 43.000 euros de Imelsa.

Las empresas

Los agentes explican en su informe que, por ejemplo, que Luján Construcciones comenzó a realizar pagos al Club Deportivo Olimpic de Xàtiva el mismo año que Rus llega a la Diputación y Benavent a Imelsa. Benavent cuenta que “esta empresa realizaba facturación o como trabajaba para Imelsa se inflaban. Que Javier Luján habría realizado varias entregas en metálico, y que habría sido adjudicatario del plan del césped además de trabajar en las carreteras de la Diputación”. Y apostilla que “recuerda varios pagos gordos sobre los que el Olimpic de Xàtiva realizó la oportuna factura”.

Pero no solo de constructoras vivía el fútbol. También había otra clase de empresas como Gestión Gráfica, una imprenta que, al igual que las constructoras también había facturado a la Diputación de Valencia.

Rus enseña a Benavent a pedir mordidas

Dentro del informe sobre el club de fútbol, la Guardia Civil incluye una grabación sobre cómo presuntamente Alfonso Rus le explica a Marcos Benavent como tiene que ir a la constructora Gerocleop, que está construyendo el geriátrico de Xátiva, a pedirles la oportuna ‘mordida’.

En la conversación grabada por el Yonki del dinero se escucha que la ‘mordida’ por la obra son “20 kilos”, es decir, 120.000 euros según los agentes de la UCO, ya que Rus habla en pesetas.

Respecto de esta obra en Xàtiva explica Marcos Benavent que Alfonso Rus le dijo que hablara con alguien de Cleop y les preguntara si les interesaría construir un geriátrico. Habló con Carlos Turró y que éste le dijo que sí, según la versión del exgerente de Imelsa.

Dice que no sabe cómo amañaron el contrato “pero que Carlos Turró le pagó unos 90.000 euros, cantidad que “habían pactado Rus y el Empresario” y que desconoce si se pagó todo en negro o se emitió algún tipo de factura falsa para justificarlo, pero que utilizó a su testaferro para que hiciera una factura por el resto del dinero que faltaba hasta llegar a los ’20 kilos’.

También asegura que le dio una “pequeña comisión” a su testaferro, pero que “no recuerda cuánto porque los contactos con Cleop eran muy frecuentes, así como el pago de comisiones”.