VALÈNCIA (EP). BBVA y Banco Sabadell han decidido dar por finalizadas las conversaciones sobre una posible fusión al no alcanzar un acuerdo sobre la ecuación de canje.
Así lo han comunicado ambas entidades en sendos hechos relevantes remitidos a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
De este modo, 11 días después de confirmar al organismo supervisor que mantenían contactos para una posible integración, ambas entidades comunican que desestiman llevarla a cabo.
En concreto, según la información remitida a la CNMV, tras confirmar el 16 de noviembre contactos con BBVA para analizar una posible fusión, el consejo de administración de Banco Sabadell "ha decidido dar por finalizadas las conversaciones al no haber alcanzado las partes un acuerdo sobre la eventual ecuación de canje de las acciones de ambas entidades".
De su lado, BBVA ha comunicado al supervisor que "las conversaciones en relación con una potencial operación de fusión con el Banco de Sabadell han concluido sin que se haya llegado a un acuerdo".
Así, se da al traste con los planes de conformar el segundo banco de España, con activos en el país de 596.481 millones de euros (403.527 millones de BBVA y 192.954 millones de Sabadell), situándose inmediatamente por detrás de la nueva CaixaBank tras su fusión con Bankia (ambas entidades suman 625.115 millones de activos en España con datos de septiembre de 2020) y dejando a Santander en tercera posición.
La entidad resultante de la eventual operación habría contado con 4.225 oficinas en España (2.521 de BBVA y 1.704 de Sabadell) y con 45.866 empleados (29.475 de BBVA y 16.391 de Sabadell), un elevado volumen que habría permitido generar sinergias reduciendo costes.
En total, y con datos del tercer trimestre de 2020, la entidad resultante de la fusión entre BBVA y Banco Sabadell habría dado lugar a un grupo con activos globales de 963.108 millones de euros (727.014 millones de BBVA y 236.094 de Sabadell), un total de 9.769 oficinas en las geografías en las que opera (7.565 de BBVA y 2.204 de Sabadell) y 148.028 empleados.
Las negociaciones entre ambas entidades trascendieron después de que BBVA anunciara el día 16 de noviembre la venta de su filial en Estados Unidos a PNC por un precio de aproximadamente 11.600 millones de dólares (9.700 millones de euros) en efectivo.
En ese momento, el presidente de la entidad, Carlos Torres, y su consejero delegado, Onur Genç, informaron de la intención de llevar a cabo una recompra de acciones "relevante" con el exceso de capital derivado de la venta de su filial de Estados Unidos, al tiempo que no descartaban dedicar una parte a acometer una posible operación de consolidación.
Ese día, las acciones de BBVA experimentaron una fuerte subida del 15,25%, pero las del Sabadell se catapultaron un 24,59%, con lo que el mercado descontaba que sería el banco de origen catalán quien participara en la hipotética operación de consolidación. Instantes después, ambas entidades confirmaban las conversaciones tendentes a una posible fusión.
Fue el CEO de BBVA, Onur Genç, quien días después echaba un jarro de agua fría sobre las expectativas del mercado ante la eventual operación, al afirmar que no podía darse por seguro que se fuera a materializar, y que la entidad contaba con distintas opciones estratégicas sobre la mesa, lo que propició que los títulos de Sabadell reaccionaran a la baja.
En la jornada del jueves, los títulos de Banco Sabadell encabezaron los descensos del Ibex con una caída del 5,41% en Bolsa, lo que presagiaba que la operación no iba por buen puerto y que podía desestimarse de un día para otro.