Será inaugurado oficialmente el próximo 26 de junio, día de las elecciones generales en España, mientras que en las próximas fechas comenzará a realizar pruebas con buques
MADRID (EP). El consorcio liderado por Sacyr que ha construido el nuevo Canal de Panamá entregará oficialmente hoy esta nueva infraestructura al país centroamericano, que en unos días comenzará a realizar pruebas con buques, los primeros que pasarán por las nuevas esclusas.
La Autoridad del Canal de Panamá (ACP), organismo público promotor de la histórica obra, asumirá así este martes la gestión de la nueva vía interoceánica para inaugurarla el 26 de junio e inmediatamente después iniciar su explotación comercial.
Sacyr y sus socios se mantendrán no obstante en el Canal, dado que, en virtud del contrato, se encargarán de su mantenimiento durante al menos tres años y seguirán formando y asesorando al personal de la ACP sobre su funcionamiento.
El inicio de las pruebas con barcos del nuevo Canal supondrá la última etapa de la infraestructura antes de su puesta en marcha y arrancará meses después de que en febrero los contratistas culminaran la obra, llenaran de agua las esclusas y comenzaran a probarlas.
Sacyr y sus socios (la italiana Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña Cusa) culminan así mañana los casi siete años de trabajos que ha supuesto la construcción del proyecto, considerado una de las obras del siglo, que se adjudicaron en julio de 2009.
Una vez terminada y entregada la obra, el consorcio quedará pendiente de dirimir el importe que cobrará por construirlo. Según sus datos, las nuevas esclusas han costado 5.581 millones de dólares (unos 5.000 millones de euros), importe un 74% superior al de 3.192 millones de dólares (unos 2.860 millones de euros) por el que se adjudicaron el proyecto.
El grupo ha reclamado ya el importe que dista entre estas dos cantidades, cuyo reconocimiento y pago depende del proceso de arbitraje que fija el contrato, que podría extenderse hasta 2020. No obstante, Sacyr y sus socios prevén buscar un acuerdo con Panamá para evitar este largo litigio, al considerar que "un proyecto histórico y de éxito debe concluir con un acuerdo razonable".
De la dimensión histórica del proyecto da cuenta alguno de sus principales datos. En su construcción han participado 10.000 trabajadores de cuarenta nacionalidades distintas, ha requerido 4,50 millones de metros cúbicos de hormigón, cantidad equivalente a la que sería necesaria para construir dos pirámides como la de Keops, y ha necesitado 220.000 toneladas de acero, las mismas que permitirían levantar 22 Torres Eiffel. Asimismo, empresas de más de veinte países han participado de alguna forma en la obra como subcontratistas, 74 de ellas, españolas.
En cuanto al avance en innovación y tecnología que presenta el nuevo Canal, destaca el hecho de que permite reutilizar el agua que se necesita para facilitar el tránsito de cada buque, gracias al juego de tinas que llevan asociadas. El canal actual utiliza 200 millones de litros agua cada vez que una embarcación lo cruza.
Asimismo, la velocidad a la que las compuertas deslizantes de las nuevas esclusas se abren y cierran, pese a sus 4.000 toneladas de peso, posibilita el paso de un barco más al día respecto al actual.
Con el nuevo Canal, Panamá atenderá a la creciente demanda del tránsito de buques por la vía interoceánica y facilitará el paso de embarcaciones de mayor tamaño. Cada uno de los 12.400 barcos que actualmente lo cruzan cada año invierten en ocho y diez horas en pasar los 80 kilómetros que separan los océanos Atlántico y Pacifico, frente a los más de veinte días que, de no existir el canal, les llevaría bordear toda la costa de Latinoamérica.