Sala Russafa recupera y actualiza 'Alicia en Wonderland' con motivo de su quinto aniversario

VALÈNCIA. Estas navidades, Sala Russafa recupera y actualiza uno de sus espectáculos más exitosos. Aprovechando el quinto aniversario de Alicia en Wonderland, Chema Cardeña ha creado nuevos personajes y situaciones para esta pieza estrenada en 2014

Peter Pan, El Mago de Oz o Alicia en el País de las Maravillas se transformaron en reflejos de una sociedad contemporánea que, más que un cuento, parecía un chiste. Mucho humor, canciones en directo, afilados diálogos cargados de mala baba y personajes que retorcían a los protagonistas de las narraciones infantiles para convertirlos en símbolos de estamentos como la monarquía, la justicia o la iglesia, con divertidas referencias a protagonistas de la actualidad política y social.  

Del 19 de diciembre al 6 de enero (excepto 24 y 25 de diciembre, junto al 1 de enero), con función de Nochevieja (cava, cotillón y fiesta incluidos), vuelve esta obra escrita y dirigida por Chema Cardeña que, cinco años más tarde, protagoniza una ya no tan joven Alicia, híper-extra formada y preparada, que aún sigue luchando por entrar en el mercado laboral. Para saltar al otro lado del espejo, se le ofrecerá una puerta por la derecha y otra por la izquierda, a la que se une una nueva entrada, supuestamente en el centro. Es solo el principio, uno de los muchos cambios de este espectáculo con nuevos personajes, situaciones y canciones, que ha estilizado a sus protagonistas, aportándole una apariencia más antigua porque, en este lustro, en vez de avanzar, el país parece haber hecho un viaje al pasado.

La realidad no es cómo la vemos, sino como la recordamos, decía Valle Inclán. Y sobre la memoria trata el espectáculo que Sala Russafa estrena en València del 5 al 8 de diciembre. Acordarse de las cosas bellas cuenta una historia de amor que se mueve entre lo que es y lo que será (o no) recordado. Víctor Velasco está al frente de esta pieza, cuya dramaturgia se basa en la película homónima francesa dirigida Zabou Breitman en 2001. La versión teatral se ha ido configurando en colaboración con los actores.

Sus protagonistas son dos pacientes que se encuentran en un centro médico donde reciben tratamiento. Tras la caída de un rayo, Clara sufre problemas de memoria, no recuerda algunas cosas, entre ellas lo que es amar. Y Luis sufre un bloqueo emocional a raíz de un accidente de coche que le impide sentir nada. Pero la emoción puede a la razón y se enamoran. Empieza entonces una lucha contra el tiempo, contra los miedos.

El público más pequeñito también son grandes espectadores. El 7 y 8 de diciembre, Sala Russafa acoge una propuesta para niños a partir de 2 años, A qué sabe la luna. La cuentacuentos Sara Luna utiliza títeres de gran formato para narrar la historia de un grupo de animales que desea descubrir el sabor del astro que ilumina la noche. Cansados de intentarlo cada uno por su cuenta, inventarán un modo para intentar alcanzarla todos juntos.