Ningún salón de apuestas sobrevivirá a la Ley del Juego del Consell, según la patronal

VALÈNCIA. Los grupos parlamentarios de Les Corts abordarán en los próximos días las enmiendas a la Ley del Juego de la Comunitat Valenciana elaborada por el Consell del Botànic II. Un proyecto de ley aprobado que actualizará la norma de 1988 con la intención de prevenir y proteger a los menores ante el auge de la ludopatía en la autonomía y a la que cada formación que integra el Ejecutivo había presentado modificaciones legales por separado. 

Una de las medidas más mediáticas consensuadas por PSPV, Compromís y Unides Podem es la que prohíbe las aperturas de nuevas salas de apuestas a menos de 850 metros de cualquier centro escolar o centro de salud. Un veto que también se aplicará, además, a los bares que cuenten con 'máquinas tipo b', más comúnmente conocidas como tragaperras. 

La fórmula ha levantado en armas al sector de los operadores de juego, no tanto por la distancia establecida o la propia censura, sino porque no solo afectará a las nuevas salas, también lo hará a los salones ya existentes cuando expiren sus licencias de actividad. Esto es, si un salón, bingo o casino en activo se encuentra a menos de 850 metros de un centro escolar o centro de salud porque obtuvo el permiso para operar con la ley actual, podrá seguir haciéndolo hasta que caduque esta autorización. Sin embargo, para continuar operando deberá adaptarse a la nueva normativa impulsada por el Botànic, lo que obligará, por tanto, a trasladar el local. 

Una cláusula que, según ha analizado la Asociación de Máquinas Recreativas de la Comunitat Valenciana de la Comunitat Valenciana (Andemar), derivará progresivamente en el cierre de la práctica totalidad de salas, bingos o casinos de la ciudad, tal y como ilustran en el mapa, en aproximadamente 10 años. 

Desde la patronal explican que si se realiza el radio de 850 metros alrededor de cada colegio o centro de salud, ninguna de las salas que actualmente se encuentran operativas podrá renovar su licencia. "No hace falta que se regule para nuevas aperturas porque no se van a poder otorgar nuevos permisos de actividad porque no hay espacio suficiente para reubicar a los que incumplan esta disposición cuando les caduquen sus licencias", denuncia la patronal.  

La Asociación de Máquinas Recreativas de la Comunitat no cuenta con un listado concreto sobre las salas que se verían afectadas en concreto porque, explican, las licencias de cada uno tienen una fecha distinta de caducidad, pero sí encargaron este mapa al Colegio de Ingenieros para poder tener una foto fija de en qué medida afectaría la enmienda del tripartito. 

Tomaron esta iniciativa, explican, cuando PSPV, Compromís y Unides Podem anunciaron esta enmienda no tenían cuantificado el número de operadores en activo a los que afectaría esta cláusula. Socialistas, valencianistas y morados justificaron que era la Conselleria de Hacienda la que se estaba encargando del "mapeo de los salones afectados". Un trámite que desde la asociación consideran que debería haberse realizado previamente porque podría derivar en recursos contra la administración por responsabilidad patrimonial. 

Con todo, huelga subrayar que la enmienda anunciada por los partidos del Botànic II no ha sido registrada todavía. Después de que cada formación en Les Corts registrara sus modificaciones legales por separado el pasado 15 de enero, socialistas, valencianistas y morados se reunieron para tratar de aunar posturas después de que la Conselleria de Hacienda les diera un tirón de orejas. Esto es porque la ley partía del propio Gobierno valenciano y al presentar cada partido enmiendas por su cuenta la cantidad de modificaciones se triplicaran. Inlcuso, superaron el centenar. 

Ahora, queda por ver negro sobre blanco qué plasman los partidos del Botànic II en el texto que podrá presentarse hasta el mismo día de la comisión en la que se vayan a votar las enmiendas. El redactado también deberá clarificar si los metros se calculan en línea recta o por recorrido.