VALÈNCIA (EP). El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, exigió este miércoles al president de la Generalitat, Quim Torra, y a todos los miembros del Govern una condena "sin excusas" y con la "máxima claridad" del uso de la violencia en Cataluña porque "ningún gobernante puede camuflar su fracaso tras cortinas de humo y de fuego".
Pasada la medianoche, Torra realizó una breve comparecencia en la que condenó el uso de la violencia, que atribuyó a grupos de infiltrados en las filas del independentismo ya que, afirmó, el independentismo "es un movimiento no violento".
En una rueda de prensa en el Palacio de La Moncloa, Sánchez justificó que el Ejecutivo actúe con "moderación" a la hora de responder a las protestas independentistas contra la sentencia del procés. "La única esperanza de los grupos violentos es que cometamos errores, vernos exaltados y divididos, que caigamos en sus provocaciones y alimentemos una espiral violenta", expuso, por lo que deben encontrarlos "firmes, serenos y unidos".
Sánchez informó de que desde el jueves pasado el Gobierno activó un comité de coordinación compuesto por representantes de Presidencia del Gobierno, los Ministerios de Interior, Exteriores, Defensa, Justicia, Economía, Hacienda, Fomento y el Centro Nacional de Inteligencia para dar información y asesoramiento a la Presidencia del Gobierno en relación con el surgimiento de posibles altercados en protesta por la sentencia del 'procés'. Desde el fin de semana, este comité se encuentra en "alerta".
Por lo tanto, y ante las críticas de "imprevisión" que ha recibido del líder del PP, Pablo Casado, y de falta de actuación por parte de Ciudadanos, Sánchez defendió que en el Ejecutivo hay "planificación y acción". Pero ha reivindicado "la moderación" como "otra forma de fortaleza".
También avanzó que el Gobierno "empieza a saber exactamente quién está detrás" de la plataforma Tsunami Democràtic, pero rehusó dar más detalles al respecto hasta no contar "con toda la información" que les permita actuar contra esta plataforma. A pesar de que se le preguntó expresamente por ello, evitó aclarar si el Gobierno dispone de información que permita vincular a Torra con los grupos que están provocando actos violentos en Cataluña.
Tampoco dijo nada sobre la participación de Torra en un corte de carretera este jueves, limitándose a exigir al president de la Generalitat y a todos los miembros del Govern una condena "tajante" de la violencia. Sí manifestó que Torra ni siquiera está gobernando "para la mayoría minoritaria de independentistas en Cataluña sino cada vez más para un radicalismo".
Aun así, insistió en que el Gobierno se dispone a "modular" su respuesta a los desafíos que el independentismo plantee al Estado "en función de cuál sea la actitud y decisiones que tomen los responsables políticos institucionales en la Generalitat de Cataluña".
Y garantizó que "los grupos violentos organizados y, en general, quienes aspiran a quebrar las leyes democráticas no van a conseguir su propósito". Pese a las "imágenes dramáticas" que todo el mundo está viendo en Cataluña "la convivencia y la tranquilidad será restaurada" y será en parte gracias a la cooperación entre los distintos cuerpos de seguridad, Mossos d'Esquadra incluidos, prometió.