BRUSELAS. En un Consejo Europeo marcado por el acuerdo del desacuerdo, el presidente español, Pedro Sánchez, fue contundente al defender la península ibérica como una isla energética, cuyo fin pasa por terminar con ese aislamiento con cargo a los fondos europeos. Sobre la mesa se había acordado la sanción al petróleo ruso con la exención del que llega por oleoducto hasta tres países sin costa del Este de la Unión Europea (UE). La cita extraordinaria de los líderes en Bruselas ha conseguido aprobar el sexto paquete de sanciones a Rusia.
Con el sexto paquete de sanciones, la UE espera reducir su dependencia del petróleo ruso y de todos sus derivados como castigo por la invasión de Ucrania. La solución salomónica pasa por dos fases hasta diciembre de 2022, para encontrar alternativas a la importación del petróleo, especialmente para tres países sin costa y que lo importan a través del oleoducto Druzhba sur. El desacuerdo manifestado en las últimas semanas por Hungría, Chequia y Eslovaquia ha llevado a que estos países sigan recibiendo como exención temporal el petróleo ruso por tierra, ya que no pueden acceder al de otros países por barco y dependen en casi un 100% de Rusia. Mientras que Polonia y Alemania han renunciado a él, al tener otras alternativas. La importación de petróleo ruso por barco se ha prohibido en su totalidad.
Respecto al gas, deberá esperar a otro paquete de sanciones que, presumiblemente, tardará y en el que la dependencia es mayor. Por ejemplo, Alemania depende en un 65% del gas ruso y ello sin contar con el gasoducto Nord Stream II terminado hace unos meses y que no llegó a ponerse en marcha. España y Portugal, como islas energéticas, no son dependientes de los recursos rusos como el resto de Europa. La tradicional compra de gas estadounidense y argelino licuado ha hecho que cuente con la mayor infraestructura en regasificadoras de Europa, interconectadas por todo el Estado.
Por ello, el presidente Pedro Sánchez ha recordado que España puede terminar con su aislamiento energético interconectado sus gasoductos con Europa, una vez regasificado el gas licuado que llegue por barco. El problema es que Francia nunca ha aceptado pagar los costes de la conexión con las instalaciones de Barcelona, que harían de nodo entre las seis regasificadoras de la península y el resto de Europa. “Le toca ahora a la Unión Europea pagar esas interconexiones”, ha declarado Pedro Sánchez al término del Consejo. Y añadió que “estamos hablando de capacidades pagadas con el esfuerzo de los españoles y que vamos a ponerlas en disposición del resto de la Unión”.
En un Conejo extraordinario marcado por la guerra, para el Presidente, la prioridad es “que todos los Estados Miembros protejamos a Europa. Nuestra principal preocupación es la situación en Ucrania y condenamos rotundamente la agresión del ejército de Putin. Adelantó que, además de la ayuda a los refugiados ucranianos, España continuará entregando material militar al gobierno de Vladimir Zelenski y recordó que ya se ha entregado armamento por valor de 21 millones de euros.
En este punto, recordó los problemas de liquidez por parte de Ucrania, que necesita pagar a funciones y pensiones, en especial, médicos y profesores. Y anunció la ayuda específica aprobada por el Consejo y que en 2022 alcanzará los 9.000 millones de euros 2022. “En el medio está el plan para diseñar la reconstrucción de Ucrania por la UE y por la comunidad internacional”, añadió. Sánchez, no obstante, adelantó que “estos esfuerzos estarán ligados a las reformas por parte de Ucrania, para que se vaya aproximando a los estándares jurídicos, políticos y medioambientes de la UE”, previsiblemente en vista a una posible aprobación del estatus de candidato en el Consejo de junio como otra medida de fuerza frente a Putin.
Sánchez calificó estas sanciones de “eficaces y contundentes”, aunque “puedan requerir sacrificios por parte de los Estados Miembros. Y señaló directamente al “alto coste de la vida, y la inflación en economías como la alemana o la española, debido a que la guerra y las sanciones económicas están teniendo un impacto directo”. La aportación de España al Consejo pasó también por su propuesta de “solidaridad con los países vecinos, en concreto Moldavia”, a través de paquetes humanitarios.
El Presidente también recordó otras de las sanciones aprobadas “para contrarrestar las narrativas de desinformación de Putin en el mundo”, consistente en la prohibición de difusión de tres canales estatales rusos a través de las ondas en territorio de la UE. Además, de intensificar el control sobre el Svrebank, el banco estatal ruso y los oligarcas que viven en la Unión.
Otro acuerdo importante es el de la seguridad alimentaria global, tras el impedimento de las exportaciones de cereales de Ucrania por la invasión rusa, y que “afectará a países vulnerables”, indicó Pedro Sánchez. Y añadió que “Putin debe poner fin al bloqueo de la producción agrícola de Ucrania”. Para ello, “hay que asegurar su exportación por ferrocarril y carretera, y controlar el aumento de los precios de los fertilizantes”. Éste último ha sido otro punto aportado por España al Consejo, al señalar el peligro que ello supone para la cadena de suministros con el aumento de las materias primas agrícolas.
Por último, Pedro Sánchez ha manifestado su apoyo para reforzar la política común europea de seguridad y defensa “en un nuevo contexto geopolítico, en un momento clave”. El presidente se refirió expresamente a “Suecia y Finlandia, que están a punto de integrarse en la Otan, y a Dinamarca, que vota mañana para integrarse en la política europea de defensa”. Aquí Sánchez señaló al presidente ruso, recordando que “lo que está haciendo Putin es poner en cuestión todo lo que representa la Unión Europea, una forma de vivir en paz las libertades que hemos construido en las últimas décadas”.
No obstante, Sánchez apoyó a Italia, Francia y Alemania, que siguen hablando y negociando un acuerdo de paz con Putin. “Estoy a favor de que se hable con Putin, porque debemos contar con una via diplomática abierta”. Y declaró que había hablando con estos países de ello. El Presidente precisó que “les dije a Francia y Alemania que siguieran hablando con el presidente ruso porque, cuando haya conversaciones de paz, Europa debe estar sentada en la mesa. No podemos abandonar la vía de la diplomacia, para contrarrestar las narrativas bélicas de Putin en otros países y vean que Europa es un actor que busca la paz”. Pero, añadió, “Putin debe der consciente de que las sanciones no van a terminar hasta que salga el último soldado ruso de Ucrania”.