El aspirante socialista afirma que estos años ha faltado diálogo y que una parte de la sociedad catalana ha desconectado del proyecto común
MADRID (EP/VP). El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha ofrecido a los catalanes una reforma de la Constitución española que desarrolle la estructura federal del Estado, determine las competencias del Estado y de las autonomías, establezca los principios de financiación autonómica y convierta al Senado en una verdadera Cámara territorial.
En su primera intervención en la sesión de investidura, Sánchez ha dedicado unos minutos a abordar el deterioro de las relaciones entre el Gobierno central y la Generalitat de Cataluña. Ha lamentado la falta de diálogo habida en estos años y ha advertido de que parte de la sociedad catalana "ha desconectado" con el proyecto común que representa España.
Sin negar que "haya habido razones para el desencuentro", Sánchez propone "mirar al futuro y hacerlo con esperanza". Eso sí, ha querido dejar claro que él está "comprometido con la defensa de la Constitución y de la ley", porque sin ella todos estaríamos expuestos "a injusticias y criterios arbitrarios".
Y para favorecer un "nuevo entendimiento entre catalanes, y entre estos y el resto de compatriotas españoles" propone una reforma de la Constitución que no responderá solo al problema catalán, sino que persigue la remodelación del Estado porque "la España de hoy no es la de 1978".
Esa España renovada deberá ser, según Sánchez, una nación "fuerte y solidaria en el mundo". "La España de las oportunidades, los derechos y las libertades. Una España laica. Libre de corrupción. Una España federal con la fuerza de sus culturas, de sus lenguas y de su historia común, con la fuerza de su ejemplaridad interna y externa. Una España federal en una Europa federal", ha enumerado.
Antes de enumerar las reformas que, en su opinión, deberían abordarse en la actualización de la Constitución, Sánchez ha recordado que la historia de la generación que hizo posible la actual Carta Magna fue una "historia que acaba bien".
Por ello, ha aprovechado para agradecer el trabajo de todos aquellos que lo hicieron posible y que "desde diferentes opciones ideológicas, trabajaron pensando en lo que les unía y aparcando lo que les separaba para consolidar la democracia española".
Si Sánchez es investido presidente del Gobierno, su Ejecutivo, ha prometido, creará en el plazo de un mes una subcomisión que acuerde el "perímetro" de la reforma, es decir, que acote qué aspectos se van a tocar de la actual Carta Magna.
En esa reforma constitucional deberá abordarse, a su juicio, la revisión del título VIII para desarrollar el "Estado de Estructura Federal", pero también el reconocimiento de los derechos civiles y políticos, y de los derechos sociales como derechos fundamentales; la modificación del artículo 135 para garantizar la estabilidad presupuestaria y la estabilidad social; la supresión de la preferencia del varón en la sucesión de la Corona, la revisión de las bases del sistema electoral y la incorporación del "hecho" Unión Europea al ordenamiento constitucional.
Como medidas específicas dirigidas a Cataluña, Sánchez se compromete a "activar" las comisiones bilaterales, que en el caso del Estado con la Generalitat de Cataluña no se reúne desde julio de 2011. Pero también acepta dar respuesta a algunas de las 23 peticiones que le remitió la Generalitat al Gobierno de Rajoy.
Esas propuestas a las que dará respuesta, y que coinciden con peticiones que hacen también al Gobierno central otras autonomías, se refieren a una financiación "suficiente" de la Ley de Dependencia; un aumento del presupuesto para políticas activas de empleo; la derogación de la Reforma Local; la paralización de la LOMCE, la última ley de educación aprobada por el PP y la recuperación de los fondos para el Programa de Desarrollo Rural.