Sanidad opta por la construcción industrializada para acelerar la ampliación del Clínico

VALÈNCIA. La ampliación del Hospital Clínico de Valencia está más cerca de ser una realidad. Tras la demolición de las naves de la antigua Escuela Universitaria de Ingenieros Agrícolas (EUITA), el Gobierno valenciano anunciaba este martes que 2021 será el año en el que se levantará el edificio anexo al hospital y que corresponderá a la primera fase del proyecto. 

Pero, ¿cómo se podrá levantar un hospital en ese plazo si todavía no ha salido ni la licitación? La directora general de Infraestructuras, Carmelina Pla, explicaba en la visita realizada junto al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y la consellera de Sanidad, Ana Barceló, que el montaje de este edificio se iniciará en talleres de forma simultánea a la construcción de la estructura.

Una fórmula de construcción industrializada que consiste en llevar la mayor parte posible de la infraestructura ya conformada desde el taller, y tan solo ir colocando con grúas en el terreno. Esto permite aligerar los plazos al tener este tipo de compañías trabajadores en fábrica de forma continuada en varios turnos además de no parar ante inclemencias del tiempo y tener procesos más estandarizados. 

Un modelo de construcción que tendrá que recogerse en los pliegos para este edifico de cinco plantes y subterráneo y que, según explica Pla, se toma con el objetivo de reducir los plazos de construcción sin perder ninguna prestación. "Se ha optado por utilizar sistemas industrializados en seco", señala. Las fachadas se prevén ejecutar con sistemas modulares construidos íntegramente en taller y acoplados en la estructura. 

"Se trata de utilizar un sistema constructivo que nos permita iniciar el montaje de las diferentes unidades constructivas en talleres de forma simultánea a la construcción de la estructura, con la finalidad de reducir los tiempos", recalca. El nuevo inmueble tendrá una superficie construida de 12.924 m2 y 132 habitaciones, de las que 120 se podrán doblar si fuera necesario, con 300 camas. La segunda planta estará reservada a los pacientes críticos que dispondrán de 37 UCI con boxes de aislamiento y espacios comunicados y con "la tecnología de mayor seguridad y capacidad de proporcionar información tanto al pacientes como a la familia".

Duplicar la capacidad del hospital

La reforma y ampliación del Hospital Clínico de València supondrá una inversión total de 110 millones que permitirá ganar 41.000 m2 hasta los 108.809 m2 para duplicar su capacidad. Así, se pasarán de las 271 habitaciones a 491, de 495 camas a 966, de 33 UCI a 66, de 19 quirófanos a 25 y de 132 consultas externas a 185. 

La segunda fase, que arrancará de forma paralela este año, es la actuación integral sobre el actual edificio de la Escuela de Agrónomos, que incluirá la restauración y recuperación de los elementos singulares, como el mosaico de la fachada, y la reconstrucción de la planta baja manteniendo su volumetría tanto de los espacios construidos como de los patios y jardines.

Este edificio pasará a acoger todas las consultas externa que ahora están segregadas por todo el hospital. Tendrá un total de 15.988 m2, 11 consultas y salas tecnológicas y 88 puestos de día. El presupuesto estimado es de 36 millones y la ejecución de 24 meses. 

Por último, la tercera fase, con una inversión de 28 millones, supondrá la reforma del actual edifico de Hospitalización, de 12.203 m2, con 136 habitaciones individuales que podrán doblarse en caso de necesidad y 272 camas. Estas obras no podrán comenzar hasta que no haya culminado el traslado de todas las consultas externas al edifico de la Escuela, que se prevé en 2023.