VALÈNCIA (EFE). El Sindicato de Enfermería (SATSE), ha denunciado que, en estos momentos, hay 54 pacientes esperando una cama libre en el Consorcio Hospital General Universitario de Valencia, 24 de ellos en Urgencias y 30 en la Unidad de Hospitalización Transitoria o UHT.
Según un comunicado del sindicato, el colapso habitual de este Hospital "se ve agravado porque la Dirección del centro ha tomado la decisión de comenzar a desmantelar la UHT, una sala prefabricada que creó hace unos meses para acoger a pacientes que esperaban una habitación libre en el hospital, y permitir aliviar, en cierta medida, la falta de espacio y personal de las Urgencias".
La UHT disponía de 46 camas y se dotó de personal con contratos por necesidades de la producción, pero un descenso puntual de la presión asistencial en Urgencias hace unos pocos días ha llevado a la Dirección del Hospital General a tomar la decisión de cerrar 36 camas de esta Unidad, dejando solo 14 camas con una enfermera y dos técnicos en cuidados auxiliares de enfermería.
El resto de personal de esta Unidad se ha distribuido por diferentes servicios del Hospital para reforzar la atención a los pacientes.
El cierre de estas camas de UHT ha provocado que las Urgencias se colapsen, por lo que se han ampliado de nuevo las camas de la UHT de 14 a 30, pero sin ampliar la plantilla para asumir este incremento de pacientes, con lo que sigue solo una enfermera y dos técnicos en cuidados auxiliares de enfermería.
Desde el sindicato han explicado que estos pacientes no están en una habitación hospitalaria por lo que no pueden estar con sus familiares, ni disponen de un baño propio, ni tienen condiciones de intimidad y no se les garantiza el descanso adecuado nocturno.
"Desde SATSE, lamentamos esta situación que sufren tanto los trabajadores como los usuarios, y esperamos que la nueva Conselleria de Sanidad tome medidas para atajar la grave situación y el deterioro crónico que sufre este hospital", han afirmado desde el sindicato.
Asimismo, el sindicato ha remitido un escrito a la Dirección del Centro de Transfusiones de la Comunidad Valenciana para dejar constancia de que los equipos móviles del Centro de transfusiones, que cada día recogen sangre de voluntarios en un lugar diferente de la provincia, están realizando su trabajo en lugares donde no hay climatización o bien esta se encuentra estropeada, de manera que en algunos locales están soportando temperaturas de hasta 31 grados.
Como consecuencia de ello, han denunciado mareos y desvanecimientos tanto entre las personas que acuden a donar como entre los propios trabajadores de los equipos móviles.
"Los usuarios deben abanicarse sin parar mientras están tumbados en las camillas donando sangre, y las enfermeras, tras un turno en estos locales sin aire acondicionado, sufren golpes de calor, dolores de cabeza, deshidratación, palpitaciones cardíacas, vértigo, etc", han indicado y han recordado que estas instalaciones deben estar entre 14 y 25 grados.
El Sindicato de Enfermería ha reclamado que se establezcan espacios adecuados para realizar las donaciones en los que exista aire acondicionado para que el proceso de donación se produzca con todas las garantías.