La vuelta a la rutina y el fin del verano suponen el inicio de una nueva temporada de música en directo en Valencia
VALENCIA. Un nuevo año de facto se cierne sobre nuestras vidas, que todavía circulan al ritmo decadente del estúpido verano. El 1 de septiembre, como siempre, es el ensayo modesto de año nuevo: nuevo curso, nueva temporada, misma vida. Sin champán, ni cava, ni confeti; sin galas nocivas en la televisión. La única salvedad es que la debacle postvacacional en verano resulta, de hecho, muchísimo más acusada que la del 1 de enero, siempre inmersa entre la opulencia gastronómica y la confusión. La noche del 31 de agosto, sin embargo, no se celebra nada; no hay nada que celebrar más que el hecho de que la rutina se abra camino otra vez. Por fortuna, hay más conciertos en septiembre que en enero, y con eso ya nos vale.
En su regreso a las calles y a las salas de conciertos, Valencia tira de veteranía para superar la insoportable levedad del ser postvacacional. El primero de ellos, además, echa mano de excentricidad para olvidarlo todo: Jello Biafra. Dicen en 16 Toneladas que el cantante de los legendarios Dead Kennedys se pasará el 2 de septiembre por Ricardo Micó 3, pero no para tocar, para poner discos. Screamin’ garage, rhythm & blues, pop y un buen puñado de canciones prácticamente inéditas suelen formar parte de los dj sets de Eric Reed Boucher a sus cerca ya de 60 años. Antes, Ukelele Zombies y Jaume Bored pondrán la música en directo.
A la presencia de Jello Biafra a principios de septiembre, cuando el cuñado de turno nos diga que todavía es verano bajo la misma premisa de que a las doce “ya es mañana”, se unen varios veteranos, referentes en sus propias escenas. La vuelta de Immaculate Fools, por ejemplo, al país que mejor les ha recibido nunca (10 de septiembre, Rock City); o el concierto de The Essence, héroes de la new wave holandesa sin disco nuevo desde 1995 (24, Rock City). Distinto es lo de David Marks (16, 16 Toneladas), que medio siglo después sigue estirando su presencia en los Beach Boys (de 1962 a 1963) como herramienta de marketing; para ser precisos, además de contar con un directo bastante más interesante que el de los anteriores, su trabajo como músico de sesión es muy destacable (además de los 5 discos con los californianos). En el grupo de los veteranos, aunque lo disimulen muy bien, hay que añadir las dos grandes citas de septiembre: Lloyd Cole, el 25 en Loco Club, y Santiago Auserón, el 30 en el Palau de la Música.
El regreso a la vida gris, sin embargo, no se queda en la aportación veterana. Al órdago a la grande de Ara Malikian en la Plaza de Toros (11) y las nuevas ediciones del meritorio Truenorayo Fest (23 y 24, Puerto de Sagunto) o el She’s The Fest (30 y 1 de octubre), hay que sumar la programación de base de salas como Loco Club o 16 Toneladas, que recuperan el latido habitual desde bien temprano. Una visita de Daniel Romano (16, Loco Club) ha de ser agradecida siempre, y más si el excelente compositor canadiense llega con material nuevo en los pertrechos. Algo similar sucede con los norteamericanos The Warlocks, que el 23 de septiembre en 16 Toneladas presentará presumiblemente su último disco publicado a principios de mes. También los postreros coletazos veraniegos de ciclos como Live The Roof con la mexicana Carla Morrison (9, terraza de El Corte Inglés).
No es que en Valencia no se apueste por las bandas jóvenes; al menos no del todo. Es que cada vez hay más veteranas. Sirva esto a modo de homenaje a la demografía española. Si elevamos la mirada más allá de septiembre, los grandes atractivos de la programación valenciana recaen sobre las espaldas más curtidas. El mayor reclamo, el termómetro de la vida musical en directo de la ciudad, debe ser el concierto de Lee Fields en el Loco el 14 de octubre. La visita del norteamericano, por supuesto inédito en Valencia, definirá la salud instantánea de la industria cultural del directo. Todo lo que no sea un sold out para ver a uno de los tótems del soul en el siglo XXI será un fracaso colectivo y un síntoma, otro más, para la preocupación. De la mano de su banda, The Expressions, Lee Fields se ha reencontrado con el éxito (y con sus mejores canciones) en el siglo XXI. Lejos queda ya esa época en la que le apodaban Little JB por su parecido con James Brown; hoy, sus últimos dos discos lo sitúan junto a figuras como Charles Bradley o Sharon Jones.
Otro de los mayores reclamos del año nuevo real antes del año nuevo social es, sin duda, el concierto de Nada Surf el 23 de noviembre en la antigua Roxy (hoy Moon, si no le han cambiado el nombre en el lapso de tiempo en el que se escriben estas líneas). Obviamente no se trata de la primera visita de los (hispano) norteamericanos, que en Valencia ya han agotado todo el papel en conciertos como el de la sala Wah-Wah en 2012; sin embargo, más allá del regreso de la banda de Matthew Caws a la ciudad, que ya es (aunque más tarde que en el resto del estado), lo realmente interesante será constatar que Nada Surf se encuentra en su mejor momento en directo.
La vuelta a la realidad, la de las obligaciones aunque haga calor, también trae cosas buenas. No nos hundamos todavía. Una de ellas, implícita durante los últimos tiempos, es que Loco Club se mantiene imperturbable en la convicción de su propio destino. Mientras ellos resistan, lo haremos los demás. Desde septiembre a final de año, el local sito en Erudito Orellana volverá a desplegar su inconfundible buen gusto (a toda costa) para seguir esculpiendo su filosofía de cultura de club. Marah y Slim Cessna’s Auto Club el 7 y 8 de octubre, respectivamente; The Wedding Present (1), Luke Winslow-King (17) y Ryley Walker (21), todos en noviembre. Y, como broche, los legendarios The Damned el 14 de diciembre.
Alrededor de la programación del Loco hay perlas dignas de destacar en el retorno a la camisa de manga larga. Una de ellas, sin duda, es el concierto de Soleá Morente el 28 de octubre en La Rambleta; sus colaboraciones con Los Evangelistas y aquel Tendrá Que Haber Un Camino de 2015 la sitúan de pleno derecho en la alargada e inalcanzable sombra de su padre, Enrique Morente. El concierto de Joaquín Pascual (y Gilbertástico) el 29 de octubre en Las Naves o los de los argentinos Bersuit (13) y Perro (junto a Primates Con Motosierras, el 29) en Sala Wah-Wah son algunas de las citas a tener en cuenta. La nueva edición del Deleste (4 y 5 de noviembre en La Rambleta), con Quique González al frente y todavía nombres por confirmar, será una vez más otra fecha a marcar en el calendario antes de que este se agote.