La marcha del diputado provincial de Alicante evidencia la débil fortaleza orgánica de la formación de Albert Rivera en la Comunitat, donde ha crecido rápidamente nutriéndose de dirigentes de otros partidos. El episodio se alargará: C's traslada al fiscal las supuestas irregularidades de Sepulcre
VALENCIA (X. A/AGENCIAS). Ciudadanos (C's) sufrió este lunes el estallido de una bomba de notable potencia en plena campaña electoral. Su único diputado provincial en la Diputación de Alicante y concejal además en el consistorio, Fernando Sepulcre, anunció su marcha del partido que lidera Albert Rivera para pasar al grupo de no adscritos.
El abandono de Sepulcre se produce después de que su partido le abriera un expediente informativo tras conocer que había presentado facturas de gasolina y del taller de su vehículo particular para tratar de cobrar el dinero con cargo al grupo en la Diputación. El hasta ayer dirigente de C's, por su parte, argumentó, sin referirse en concreto al asunto de su vehículo, que se marchaba por "la cacería y linchamiento" al que cree que se ve sometido pese a ser un "político honrado".
Llovía sobre mojado. Tal y como informó este diario, la sintonía entre la dirección autonómica y provincial del partido había empeorado en los últimos tiempos. Sepulcre deslizó esta falta de entendimiento con la cúpula de C's asegurando que dejaba la militancia por la necesidad de cumplir con su misión de "trabajar para la provincia sin guerras y sin ataduras extrañas" y para evitar "caer en la vergüenza de sacar conflictos ni nombres de nadie", así como para huir de la "polémica de la que alguno ahora se beneficia".
En esta línea, Sepulcre recalcó que no dejará las actas en Diputación ni ayuntamiento para subrayar que a partir de ahora trabajará "de forma más independiente". Además, recordó que antes de entrar en política era "un autónomo más" y decidió dar el paso por su "ilusión sincera" de contribuir a conseguir "proyectos buenos para la provincia" mediante un trabajo que reconociera "los aciertos y los errores, y con el fin de despolitizar".
La marcha del diputado provincial de Alicante evidencia la débil fortaleza orgánica de la formación de Albert Rivera en la Comunitat, donde ha crecido rápidamente nutriéndose de dirigentes de otros partidos. En este sentido, cabe recordar que Sepulcre proviene de UPyD, mientras que otros dirigentes de peso con los que no ha tenido sintonía como el coordinador provincial, Emigdio Tormo, o el delegado territorial, Emilio Argüeso, militaron en el PPCV. Hasta hace pocos meses, Sepulcre había contado con cierta cobertura por parte de responsables también procedentes de la formación magenta, como el portavoz en Les Corts, Alexis Marí, una relación que se había enfriado debido a la falta de entendimiento sobre decisiones adoptadas por Sepulcre de forma independiente, según señalaron fuentes del partido radicadas en Valencia.
Por su parte, la formación naranja no se quedó de brazos cruzados ante la rueda de prensa 'bomba' de Sepulcre. Así, fuentes del partido señalaron que C's ha puesto en conocimiento de la fiscalía las "supuestas irregularidades detectadas en la gestión de los fondos públicos" por parte del diputado provincial.
Así, en un comunicado, desde C's recordaron que el pasado viernes se abrió un expediente a Sepulcre al detectar el intento de pagos personales con dinero público de la asignación del grupo provincial de C's. Concretamente, siempre según el partido, trató de cargar a los fondos del citado grupo gastos de gasolina y de reparación de un taller a su vehículo particular.
Esta medida originó la apertura de un proceso de "fiscalización rigurosa" de las cuentas del grupo, según el partido naranja, que ha antecedido a la decisión de Sepulcre. En la nota, C's reclama a Sepulcre que renuncie a su acta como concejal de Ciudadanos y a su cargo como diputado provincial con el argumento de que ambos cargos los ha conseguido gracias a los votantes de la formación.
Cabe recordar que el voto del hasta ahora diputado de C's es de máxima relevancia en la Diputación dado que el PP se quedó a un sólo escaño de la mayoría absoluta, con 15 asientos, por otros 15 que suman el PSPV-PSOE, Compromís y EUPV, y por ejemplo facilitó hace un año que la presidencia recayera en el popular César Sánchez.