Foto: EFEVALÈNCIA (EFE). Llevaba varios años planteándoselo y por fin este 2018, la vicepresidenta del Gobierno valenciano, Mónica Oltra, ha visto cumplido su "sueño" de convertirse dos décadas después en fallera mayor de la comisión Ángel del Alcázar-José Maestre "El Cid" de València.
Oltra reconoce a EFE que su agenda política le ha impedido ser fallera mayor, el cargo más representativo de la fiesta fallera, "en muchas ocasiones" pero este año, serlo junto con su hijo menor, Emilio, como presidente infantil, es para la dirigente de Compromís un "sueño total".
Amante de la fiesta grande por excelencia de València, Oltra asegura que tanto gobernar como ser fallera mayor son cargos "vocacionales", a pesar de que "no son comparables", dado que gobernar requiere "responsabilidad pública" y ser fallera mayor "te hace ser partícipe de la mejor fiesta del mundo".
Durante esta frenética semana fallera Oltra ha compaginado su agenda política propia como vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas con los actos festivos y admite que, aunque ha sido "complicado" por lo "exigente" de su cargo, "con organización" ha "llegado a todo".
"Tenía que cumplir mi agenda institucional, pero también tenía que representar a la Falla y estar a la altura", asegura.
Para lograrlo también le ha venido muy bien que la sede de la Conselleria que dirige, ubicada en la Ciudad Administrativa 9 d'Octubre, esté cerca de la avenida del Cid, y por tanto, a pocos metros del casal fallero de su comisión, donde celebran la mayoría de actividades.
Oltra señala que le gustan "todos" los actos de las Fallas porque "cada uno tiene su encanto", aunque remarca el "emotivo momento de la cremà, la plantà, los desfiles o la Ofrenda" floral a la Virgen de los Desamparados.
Durante el recorrido de esta última, confiesa, hace un "recuento" de lo que ha pasado durante el año y pide a la patrona "que las desgracias que vienen solas sean menores".
Precisamente, este sábado llega su turno de desfilar ante la Mare de Déu, conocida cariñosa y devotamente como "la Geperudeta", con su comisión sobre las nueve de la noche y está previsto que el president de la Generalitat, Ximo Puig, y algún otro miembro del Consell la reciban en el Palau después.
Es tradición que la fallera mayor elija un ninot del monumento para quedárselo como recuerdo y salvarlo del fuego, pero asegura a EFE que todavía "no tiene claro" cuál va a ser su particular "ninot indultat".
Para Oltra, su reinado está siendo "redondo", sobre todo después de conocer que el monumento infantil de su falla, del artista Paco Gisbert y en el que se recopilan las fiestas populares de todo el territorio valenciano, ha ganado el Primer Premio de su sección.
Además, la falla "grande", la que ella representa y bautizada con el lema "A la terra" y con la que el artista fallero Manolo Blanco hace una crítica al entorno político y social, ha ganado el quinto premio de su sección y no se queda sin su estandarte que le identifica con este galardón.
Como marca el calendario fallero, el pasado febrero Oltra fue exaltada como fallera mayor, un acto en el que recibió la banda que la acredita en el cargo de manos de su hijo y en el que también estuvo presente el president de la Generalitat a través de un vídeo para felicitarla.
La indumentaria fallera, una de los aspectos más relevantes de las Fallas, también tiene su historia en el caso de Oltra, ya que para este año ha decidido que su vestido sea el que recrea el que llevó Pepita Samper cuando fue proclamada en 1929 la más bella en el concurso "Señorita de España", precursor del "Miss España".
Oltra defiende que las Fallas son "auténticas escuelas de formación democrática y de entidades transparentes: un buen ejemplo de tolerancia y participación".
