VALÈNCIA. À Punt ya tiene nuevo libro de estilo, en el que se reflejan algunos de los cambios que deseaba la nueva dirección. El documento, que guía las decisiones editoriales y lingüísticas de la radiotelevisión pública valenciana, se ha modificado para "adaptar y flexibilizar el manual vigente" y "llevarlo a las necesidades actuales y a los desafíos a los que se enfrenta, siete años después, cualquier medio de comunicación", según anunció Vicente Ordaz, presidente de la Corporación Audiovisual de la Comunitat Valenciana (CACVSA), en una comparecencia en Les Corts el pasado mes de mayo.
El cambio se ha llevado a cabo a través de una comisión encabezada por la periodista y consejera Rosalía Mayor. El equipo, que ha trabajado "en la parte deontológica y periodística" estaba formado por la universidad privada Cardenal Herrera-CEU y la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche -no así la Universitat de València (UV) o la Universitat Jaume I (UJI)-.
También se anunció en este grupo de trabajo la participación del Consell d'Informatius, pero días después la propia À Punt lo disolvió. El nuevo libro de estilo lo reafirma como un órgano de control que, si bien aún no ha sido nombrado desde la creación de la nueva empresa, tiene que formar parte del organigrama.
El segundo grupo, que ha trabajado las cuestiones lingüísticas, ha estado coordinado por Vicent Satorres, Subdirector General de Política Lingüística de la Generalitat Valenciana. Y si bien, la nueva guía "aúna los enunciados de la Acadèmia Valenciana de la Llengua y los Criterios Lingüísticos de la Administración que ha elaborado la Generalitat con el objetivo de promover un uso del valenciano que sea normativo, coherente y, al mismo tiempo, próximo a la realidad sociolingüística de la Comunitat", la AVL no ha estado directamente implicada en la redacción del documento final.
Según valora una nota de prensa remitida, "la apuesta por un valenciano genuino y cercano busca reforzar la identificación de la audiencia con los contenidos de À Punt, manteniendo el compromiso de informar, formar y entretener a la sociedad valenciana". Una de las medidas estrella es una intuición formulada directamente por el Ordaz: que los municipios "de predominio lingüístico castellano" se dejen de formular en valenciano.
De esta manera, los informativos y programas empezarán a referirse a Orihuela en vez de Oriola, a Pilar de la Horadada en vez de Pilar de la Foradada, o a Segorbe en vez de a Sogorb. Esta es una de las barreras que el nuevo equipo de À Punt cree que lastraban la audiencia de la radiotelevisión pública. "Esta decisión responde a una visión integradora, que reconoce la diversidad lingüística como una riqueza y no como una barrera", se justifica la radiotelevisión pública. También se escudan en que los "vecinos han solicitado reiteradamente que se les nombre tal y como ellos mismos lo hacen".
También se empezarán a nombrar en castellano el Club Deportivo Alcoyano, Club Deportivo Eldense o Villarreal CF, que se tratarán como marcas comerciales también porque lo "han pedido explícita y formalmente", más allá de valorar el arraigo de una denominación u otra.
Vuelven los toros
El documento también avala oficialmente la vuelta de los toros a la radiotelevisión pública valenciana. Si el anterior documento censuraba explícitamente el maltrato animal, no solo no hay rastro de este fenómeno en el libro de estilo, sino que reconoce que "La apuesta de À Punt por ofrecer un servicio público de proximidad" incluye "las corridas de toros y ‘els bous al carrer".
La nota remitida a los medios justifica este cambio porque son "tradiciones con siglos de historia que siguen profundamente arraigadas en muchas comarcas de la Comunitat Valenciana. Esta realidad cultural se refleja en la celebración de más de 9.000 eventos taurinos al año, lo que evidencia su peso en la identidad festiva de una parte significativa de la sociedad valenciana".
El documento no hace referencia alguna a la programación cultural, que simplemente suma a las "fiestas, festejos y tradiciones de cualquier municipio de la Comunitat Valenciana" como "uno de los pilares de la programación de À Punt".
La "flexibilidad" pasa por eliminar las referencias al machismo y el cambio climático
"Adaptar y flexibilizar", pedía Vicente Ordaz en su comparecencia en Les Corts. El libro de estilo pasa de más de 300 páginas a 122. Y ciertamente, el nuevo documento se ha encargado de generalizar las instrucciones a la hora de tratar algunos consensos que hasta hace poco compartía el espectro político pero que las batallas culturales van poniendo en cuestión.
Una de ellas es la violencia de género, que simbólicamente no aparece nombrada en ninguna parte del documento -sí la igualdad de género o el lenguaje no sexista-. En todo caso, en sentido práctico, el libro de estilo remite al Manual de comunicación no sexista de la Agencia EFE.
Tampoco hay mención alguna al cambio climático (el anterior tampoco lo hacía, si bien sí hablaba de la importancia del medio ambiente) o al ya citado maltrato animal, conceptos señalados por Vox, que dirige con el PP en solitario CACVSA por renuncia expresa y voluntaria del PSPV-PSOE y Compromís a formar parte del nuevo ente.
En todo caso, el documento sí pide, en genérico, respeto a los Derechos Humanos ("tenemos que evitar reproducir tópicos y prejuicios hacia las minorías sociales"), y censurar "un trato desigual por condición de género" ("respetamos la diversidad y trabajamos para evitar la discriminación", añade). Por tanto, no parece tratarse tanto de un cambio editorial evidente, pero sí de un cambio de foco.