Si el Jardín del Túria tuviera un circuito de instalaciones artísticas

VALÈNCIA. El Jardín del Túria tiene un circuito para runners (justo están cambiando parte de su polvo en rojo), pero en cambio su circuito de arte en el exterior, el reguero de esculturas u obras que transita entre sus más de seis kilómetros de extensión, tiene un rastro inconcreto, una sucesión de huellas sin demasiado orden. Quizá sea lo más coherente con el propio sentido del parque público, cuyo uso espontáneo, escasamente reglado, es su éxito más trascendente.

Si algo define al Túria verde es que da cobijo a muchas de las imaginaciones personales. Hace posible, sin apenas intermediación, imbuirse en actividades que resuelven aspiraciones propias. 

Siguiendo esa deriva pedimos a algunos de los principales responsables de instituciones artísticas de la ciudad qué dijeras ‘qué’ obra les gustaría ver en el Túria y ‘dónde’, en qué ubicación a lo largo de sus tramos.

José Luis Pérez Pont (Centre del Carme, Consorcio de Museus)

Instalación ‘Sala de poesía flotante’, Siah Armajani. Tramo Parc de Capçalera. 

“El arte en el espacio público no debiera ser un elemento ornamental, sino un dispositivo capaz de activar relaciones con el entorno y con la ciudadanía. Es habitual encontrar en las ciudades obras de arte que simplemente han sido dejadas caer en un determinado lugar, sin que el artista haya mantenido ningún tipo de interlocución con el lugar ni con las personas que lo habitan. Ese modo totalitario de intervenir las calles y plazas hace décadas que es debatido y cuestionado. Personalmente, en el espacio público, me interesan las expresiones artísticas que se han desprendido de la grandilocuencia para centrarse en la comunidad. Un buen ejemplo son los trabajos de Siah Armajani (1939-2020), un pionero que exploró caminos nuevos para el arte. Sería un sueño tener una de sus instalaciones en el antiguo cauce del Turia. Situaría su ‘Sala de poesía flotante’ (2005) en el lago del Parque de Cabecera”.

Nuria Enguita (IVAM)

Escultura de Per Kirkeby. Tramo Pont de les Arts

“Mi obra escogida es una escultura instalada desde 1989 en el Jardín del Turia, pero que a veces pasa desapercibida por la ciudadanía en el paisaje urbano. Se trata de un ‘site specific’, es decir, una obra hecha exprofeso para el lugar, perteneciente a la colección del IVAM, proyectada por el artista danés Per Kirkeby coincidiendo con la exposición que le dedicó el museo en el año 1989. Kirkeby está considerado uno de los artistas más influyentes de la posguerra europea. (…) 

Debemos poner en valor nuestro patrimonio cultural. La obra es una de las conocidas esculturas de Kirkeby realizadas con ladrillo, el material más carismático de la obra arquitectónica. La pieza forma un juego geométrico a través de cuadrados que generan espacios a los que se puede acceder por una serie de huecos que recuerdan las puertas de una casa. Es una obra que no celebra ni conmemora acontecimientos, pero que permite señalar un lugar reclamando la atención sobre el entorno en el que se ubica. 

La pieza está ubicada en el tramo bajo el Pont de les Arts, junto al IVAM. Per Kirkeby declaró: “La he concebido como una máquina de luz y espacio. Una escultura pública debe tener mucho de anonimato, porque ha de ser compartida. No debe ser personal, sino popular”. Por eso debe mantener su ubicación en el Jardín del Turia, un espacio compartido por toda la ciudadanía, un espacio que une a todos los valencianos y valencianas”.

Pablo González Tornel (Museo de Bellas Artes)

Cabeza de Jaume Plensa. Tramo entre Puente del Real y Puente de la Trinidad

“Si he de elegir una obra de arte y una localización para ella en el antiguo cauce del río Turia, optaría por una cabeza blanca monumental de Jaume Plensa y la emplazaría en el tramo de los jardines que se encuentra entre el Puente del Real y el Puente de la Trinidad, exactamente frente a la fachada principal del Museo de Bellas Artes de Valencia. La escultura monumental debería emerger de manera notable por encima de las copas de los árboles y estar orientada hacia el Museo, de modo que su mirada reflejara la de la ciudad de Valencia hacia su principal pinacoteca. El hito monumental, por otro lado, indicaría a la ciudadanía el camino hacia el Bellas Artes, de manera similar a como una cabeza de Plensa señala a la Fundación María Cristina Masaveu Peterson en la Plaza de Colón de Madrid”.

Susana Lloret (Bombas Gens)

Transversal, de Inma Femenía. Tramo Palau de la Música

“A mi me gustaría ver en algún lugar del Jardín del Turia -y el que me viene a la cabeza es el que da entrada al Palau de la Música, por la parte del río- la obra ‘Tranversal’ de Inma Femenía por muchas razones. Es un laberinto lleno de colores transparentes que puedes recorrer con la sensación de entrar en un sueño. Es una instalación moderna que conecta con las nuevas tecnologías y explora cómo se pueden incorporar al arte (…) Me transmite serenidad y me gustaría que todo el mundo pudiera experimentar esa sensación recorriéndolo. Además las transparencias incorporan un aspecto lúdico muy especial”.

Elisa Montesinos y Amalio Vanaclocha (Galería Vangar) 

Waterfall de Olafur Eliasson. Tramo Palau de la Música

“Esta maravillosa cascada de agua que parece caer directamente desde el cielo, o desde una masiva torre metálica de tubos, según el ángulo desde el que se mire, tan aparentemente sencilla e inspiradora a la vez, que invita a mirar lo que nos rodea de manera diferente.

En el Palacio de Versailles han sabido hacer un programa expositivo que une un contexto histórico y patrimonial con el arte contemporáneo. Y que, además de llenar sus salas, se expande por los jardines, en los que se ubican instalaciones. Cada verano se invita a un artista a crear un diálogo entre el pasado y lo contemporáneo. Y genera un motivo para volver siempre. (…) La Fundación Hortensia Herrero está ya presentando algunos proyectos de arte público en el contexto de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Sería fantástico que Valencia contase con un programa anual de instalaciones artísticas temporales ubicadas en el antiguo cauce, un lugar único con el que tenemos la suerte de contar. Sería una manera de acercar el arte a los ciudadanos, que pudieran descubrir las obras a través del recorrido. Y que se convirtiera en una cita imprescindible de cada visitante a nuestra ciudad”.