Ana Botín, presidenta del Banco SantanderVALÈNCIA. Al cierre del mes pasado eran 2.460 sicavs las que circulaban por España, según los datos de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco). Se trata de la cifra más baja desde el mes de agosto de 2002, que curiosamente se cerró con el mismo número de estos vehículos de inversión como lo ha constatado Valencia Plaza de la base de datos pública de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
A lo largo de los once meses de este ejercicio marcado, sin duda, por la crisis pandémica han bajado la persiana 128 sicavs. Bien cerradas directamente, transformadas en otro tipo de sociedades o fusionadas con otras -españolas o luxemburguesas- o con fondos de inversión. Es lo que tiene el temor existente tras el anuncio del Gobiermo del pasado 4 de noviembre de que Hacienda -sobre la que recaerá el peso legislativo y no como hasta ahora en la CNMV- exigirá un mínimo de 2.500 euros por partícipe.
Unas intenciones que fueron analizadas en este diario hace tres semanas por una decena de financieros valencianos, a través de un panel de expertos para ofrecer a los lectores una mayor pluralidad de opiniones. Y es que rara es la semana que el organismo supervisor no recoge en su boletín la baja de estas sociedades de inversión de capital variable.
Pero, además, y pese a la recuperación de los mercados en el último mes y medio, el patrimonio de las sicavs se reducido un 6,18% entre enero y noviembre de este año, al pasar de los 29.445 millones de euros del último día de 2019 a los 27.626 millones. O lo que es lo mismo: 1.819 millones de euros menos.
En cuanto al número de accionistas -'mariachis' incluidos- el descenso hasta noviembre ha sido del 5,94%, dado que los 412.987 del 31 de diciembre del pasado ejercicio se han convertido en 388.443, es decir, 24.544 menos. Así lo delatan los datos de la patronal española de las instituciones de inversión colectiva.
Lo que no cambia es la hegemonía del Banco Santander (SAN) en este nicho de mercado de operaciones fuera de balance. La entidad presidida por Ana Patricia Botín sigue al frente -y de lejos- en los tres epígrafes como son el patrimonio, el número de sicavs y el correspondiente a los accionistas.
A 30 de noviembre de 2020, el también llamado 'banco rojo' copaba el 16,72% del patrimonio total con 4.620 millones de euros. Un volumen próximo al que presentaban conjuntamente sus dos más inmediatos perseguidores como eran BBVA (2.749 millones) y Bankinter (2.604 millones). Las tres entidades también copaban el cajón en lo que a número de sicavs se refiere donde el SAN monopolizaba el 17,52% con 431; mientras que Bankinter era el segundo con 353 y el 'banco azul' le seguía con 273.
Por último, el banco de origen cántabro barría al resto en cuanto al número de accionistas. Lo hacía al totalizar el 27,90% con 108.360, muy por encima de los 42.794 de Bankinter y los 36.749 del BBVA. Es precisamente en este apartado, el de de los accionistas, donde ha puesto el punto de mira el Gobierno para acabar con los 'mariachis'.
