MADRID (EP). Los fabricantes de trenes Siemens, Talgo, Alstom, Bombardier y CAF concurren este viernes a la puja por el contrato de suministro a Renfe de treinta trenes de Alta Velocidad y su posterior mantenimiento durante cuarenta años, un pedido valorado en 2.600 millones de euros, según informaron a Europa Press en fuentes empresariales.
Bombardier se suma así a la nueva puja que Renfe tuvo que abrir como consecuencia del recurso que esta compañía canadiense presentó contra los pliegos originales del concurso ante el Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales (TARC).
En su resolición, este organismo instó a la compañía ferroviaria a suprimir de las condiciones del contrato el punto que favorecía la fabricación del pedido en España y, por lo tanto, a volver a sacarlo a concurso.
De esta forma, los fabricantes de trenes que ya el pasado 17 de mayo presentaron sus ofertas a Renfe en el marco de concurso original, el licitado en diciembre de 2015, volverán a concurrir ahora al promovido en junio.
Todos ellos, además de con Bombardier, que se suma ahora a la competición tras no concurrir a la primera, presentan este viernes, 29 de julio, a la compañía pública que preside Pablo Vázquez las propuestas con las que pretenden convertirse en el suministrador de la próxima generación del tren AVE español.
Precisamente, Talgo ha recibido este jueves el certificado de evaluación de conformidad definitivo de su nuevo tren de muy alta velocidad, el 'Avril', que tras dos años de exhaustivas pruebas y más de 50 millones de euros de inversión en su desarrollo durante ocho años, ya está preparado para su comercialización.
Según la compañía, el 'Avril' conseguiría llevar antes la alta velocidad al País Vasco, Galicia o Asturias, sin necesidad de construir carriles adicionales hasta que se termine la vía de alta velocidad en todo el recorrido, ya que es capaz de adecuarse a los distintos anchos en su versión reversible de rodadura desplazable o fija y modularidad interior.
El contrato que licita Renfe no sólo supone el suministro de un 'macropedido' de treinta nuevos trenes de Alta Velocidad, sino que además garantiza una cartera de negocio para cuarenta años, el del posterior mantenimiento de los vehículos durante toda su vida útil.
Renfe busca un tren de gran capacidad, esto es, que pueda transportar a un mínimo de 400 viajeros, y que además circule a una velocidad de hasta 320 kilómetros por hora.
Con este 'macropedido' de nuevos AVE, que la operadora ferroviaria pública adjudicará a un sólo fabricante, la empresa pretende modernizar su parque de trenes y prepararlo para el paulatino aumento de la red de AVE y de la demanda de viajeros.
A pesar de su repetición, el concurso afronta la misma incertidumbre que en su primera edición, la de celebrarse en un contexto con un Gobierno en funciones y pendiente de la formación de un nuevo Ejecutivo, factores que arrojan incertidumbre sobre el efecto que puede tener en la resolución del contrato.