según los últimos datos del ivf

Sigue el desapalancamiento bancario en la Comunitat: ya van casi 2.000 oficinas cerradas durante la crisis

2/08/2016 - 

VALENCIA. Las entidades bancarias con intereses en la Comunitat Valenciana -oficinas para entendernos- siguen tirando de tijera en su proceso de desapalancamiento, lo que equivale a decir que continúan cerrando sucursales como se refleja en el último informe trimestral del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) correspondiente al primer trimestre del presente ejercicio. Un proceso que se ha cobrado ya casi 2.000 oficinas en algún punto de Valencia, Castellón y Alicante desde finales de 2007, es decir, en lo que va de crisis. Y lo peor es que todavía no se atisba el final del desapalancamiento.

"Dado que el principal problema de la banca es recuperar la rentabilidad en un escenario de tipos de interés muy reducido y que va a durar mucho tiempo, es vital reducir costes y eso conlleva el cierre de oficinas y, por tanto, ajuste del empleo. A pesar de que la red en España ha caído mas de un 30% desde 2008 no es suficiente y debe proseguir el ajuste", apunta Joaquín Maudos, catedrático de Análisis Económico de la Universitat de Valencia, investigador del IVIE y colaborador del CUNEF.

"Además -añade- seguimos siendo uno de los países europeos con más densidad de red. No es fácil saber hasta cuándo seguirá el ajuste pero es seguro que el hasta ahora realizado no es suficiente. Conforme va avanzando la penetración de internet -y con ello la banca online- seguirán cerrándose oficinas". Y no le falta razón teniendo en cuenta la amenaza cada vez más latente del fenómeno fintech.

El sistema bancario de la Comunitat Valenciana, entendiéndose como tal bancos, cajas -mejor dicho, Caixa Ontinyent- y cooperativas de crédito, continúa sufriendo los coletazos de la crisis y, además, en mayor medida que en el conjunto nacional en cuanto al cierre de oficinas bancarias se refiere. De hecho desde finales de 2007 hasta el pasado 31 de marzo, el número de sucursales que han bajado la persiana por estas tierras ha sido de 1.884, lo que representa una caída de prácticamente el 38% sobre el total. O lo que es lo mismo: seis puntos por encima del 32% del conjunto nacional donde el cierre ha alcanzado las 14.459 sucursales.


Al término del primer trimestre del año el número de oficinas bancarias que quedaban en pie en la Comunitat Valenciana -tras un intensísimo proceso de concentración bancaria fruto de la desaparición de Bancaja, Caja Mediterráneo, Banco de Valencia y Ruralcaja- era de 3.078, la cifra más baja de toda la serie histórica iniciada en 1991 del otrora brazo ejecutor de la política financiera del Consell. 

Más de la mitad del total estaba ubicada en la provincia de Valencia (1.583 oficinas), que por otro lado va camino -si no lo ha hecho- de haber cerrado un millar de sucursales desde 2007. De momento a 31 de marzo pasado eran 989 oficinas menos.

Castellón, la más afectada en porcentaje

A continuación se sitúa Alicante -por aquello del gran peso que tenía antaño la CAM, ahora Banco Sabadell-, que contaba con 1.106 oficinas bancarias a finales de marzo después de haber perdido 617 durante la crisis, un 35,81% menos. Por su parte, Castellón tenía a esa fecha con 389 establecimientos, un 41,68% menos respecto a los 667 del último día de 2007, siempre según los datos del IVF.

En el conjunto nacional el número de oficinas al término del primer trimestre era de 30.627, prácticamente un tercio menos que las 45.086 de finales de 2007. En el camino se han quedado 14.459 y las que todavía faltan ante la intensa política bancaria de contención de gastos, concentración de su actividad y la búsqueda de una mayor eficiencia. Y todo ello sin tener en cuenta otro proceso de concentración porque el que más y el que menos tiene claro que llegará aunque de momento está en el aire por la falta de un Gobierno en firme. Todo se andará.

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