VALÈNCIA. La empresa Silicon Valen, formada por un grupo de empresarios valencianos vinculados al sector de las renovables, sigue dando pasos para recuperar en España la industria de producción de paneles solares. Un 'macroproyecto', con una inversión prevista de 500 millones de euros, que comprende la fabricación de toda la cadena de valor: desde la purificación del silicio hasta la fabricación de las células y módulos fotovoltaicos.
El primer paso que van a dar es la producción de placas, pero, dada la envergadura de esta iniciativa, quiere aprovechar las sinergías que se van a generar para ayudar a otros sectores. Y uno de ellos es la industria que depende de los semiconductores ante las tensiones que hay en el mercado por la falta de estos componentes. Por ello, aprovechando su know how, la compañía se abre a la posibilidad de vender silicio para la producción de microchips y ya estaría en negociaciones con algunas empresas.
Aunque el proyecto supone la creación de todo un nuevo ecosistema en España, y en concreto en la Comunitat Valenciana, Silicon Valen ha decidido empezar por la fabricación de los paneles solares ante la alta demanda que hay en el mercado y la dependencia actual con el mercado exterior, principalmente de China, y testar el producto final. Posteriormente irá dando los siguientes pasos de toda la cadena de valor, pero ya va calentando motores.
"Empezamos fabricando módulos con células importadas. Pero pronto empezaremos con la fabricación del silicio necesario para hacer las células y podremos suministrar también para la fabricación de semiconductores solucionando así el problema de los chips", explica a este diario, Marcos Lacruz, al frente de la compañía y presidente de la patronal Avaesen. También forman parte de la firma los hermanos Antonio y Gonzalo Navarro, propietarios de la extinta Siliken; y el consultor Manuel Argüelles. Todos ellos con una larga y dilatada trayectoria en la industria de las renovables, que ahora quieren recuperar.
"El plan de Silicon Valen es hacer un sistema compacto que vaya desde la materia prima hasta el módulo solar. Para ello, necesitamos silicio purificado de una determinada manera que pueda ser utilizado para los paneles, pero que con unos procesos determinados también podría abastecer al mercado de los semiconductores", detalla.
Y es que este material puede encontrarse en minas o arena y, tras un proceso de cocción en hornos, se logra una pureza del 96% con aleaciones aptas para la mayoría de las industrias. Sin embargo, para que sea silicio solar se requieren de mayores procesos de purificación hasta alcanzar niveles del 99,99%. Y, para la electrónica, otros tantos que en los equipamientos e instalaciones que Silicon Valen dispondrá se podrán acometer.
"En Europa no hay silicio solar, por lo que nosotros tenemos planeada también una fábrica de procesos y purificación de este material que también podría utilizarse para conseguir el silicio que se necesita en la electrónica y en concreto en la fabricación de chips", puntualiza. Lacruz destaca que muchos fabricantes de semiconductores les han planteado la posibilidad de generar sinergías para resolver la escasez que hay en estos momentos en el mercado y que ha llevado en varias ocasiones a tener que parar la producción de muchas industrias como el automóvil. De hecho, este desabastecimiento es el que está llevando a la factoría de Ford en Almussafes a suspender la actividad varias jornadas en los últimos años y a tener que acometer ajustes laborales.
Así, Silicon Valen ya ha iniciado contactos preliminares con el sector de la electrónica española y está en permanente contacto con el lobby Valencia Silicon Cluster, formado por un grupo de empresas, universidades e institutos de investigación vinculados a la industria de los semiconductores y que está liderado por Mayte Bacete, directora general de MaxLinear Hispania.
"Esto es un proyecto abierto en el que queremos aliarnos con otras compañías para atacar el mercado. No obstante, todo dependerá de la agilidad y facilidades que ponga la Administración y los fondos que se pongan a disposición de los países y las compañías para acelerar esta transición. Nosotros mientras tanto vamos dando pasos", subraya el empresario.
En cualquier caso, el futuro más inmediato de la compañía pasa por el arranque de la fabricación de los paneles solares. Ultiman la ubicación de la futura factoría, ya que han encontrado algunas dificultades para encontrar un espacio de gran superficie y que les permita una gran potencia eléctrica. También están adquiriendo la maquinaria necesaria para las líneas de producción, tras una inversión inicial de más de 10 millones de euros.
"Al final estamos creando una industria desde cero y el trabajo previo es importante. Ya tenemos la maquinaria y a finales de este año queremos empezar", asegura. "En estos momentos hay un 'boom' de instalaciones con una demanda de 5 millones de módulos en España y el 95% procede del exterior. La previsión es que se multiplicará por dos en cinco años y, por tanto, consideramos que empezar por la fábrica de paneles tiene sentido", señala Lacruz.
En este inicio importarán las celdas de Israel, Alemania, Taiwan y China y en sus instalaciones valencianas ensamblarán los materiales y la electrónica de proveedores locales necesarios en la producción de paneles. Su previsión es en esta primera fase alcanzar niveles de producción de 600 MW para, de cara a los siguientes ejercicios, llegar a los 1,5 GW, lo que equivaldría a toda la potencia de los proyectos que este pasado miércoles 25 de enero obtuvieron la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) favorable.
Los siguientes hitos, ya a medio plazo, pasan por el montaje de otras tres plantas enfocadas a la producción del silicio y el resto del proceso de ensamblaje hasta conseguir los paneles solares. De esta forma, la empresa aspira a abordar todo el sistema de fabricación en un momento en el que la demanda está disparada y la tensión geopolítica va in crecendo. De hecho, de forma paralela ya se está trabajando en la búsqueda de las ubicaciones para las otras tres factorías.