Nos ha costado casi un año llegar hasta aquí para que ahora veamos que el sillón y el escaño como modus vivendi son algo más que a los ciudadanos no se nos alcanza a adivinar, o sí. Ver a sus señorías peleándose por un sillón en una comisión o como se gestiona su presencia o peor aún, dándose codazos para obtener visibilidad mediática en la sesión solemne de la investidura, me produce hastío
En fin, que la XII legislatura ya está en marcha y mira que nos ha costado. Me temo que la casuística diaria será hiperbólica y estrafalaria. Por buscar lo positivo: tendremos un Parlamento vivo en el que se dialoga, negocia y pacta, o sea pura democracia. Pero con una rémora, el espectáculo y las salidas fuera de orden que veremos un día y otro también. Nos acostumbraremos como a todo en esta vida.
El Rey Felipe VI, como Jefe del Estado, acompañado de la Reina Letizia, la Princesa de Asturias, Leonor y la infanta Sofía, (a alguno se le olvida lo que significa esta magistratura), ha inaugurado la legislatura con un discurso en el que como demandan los ciudadanos ha hablado de la necesidad de que los políticos tengan vocación de servicio social, y que preserven la igualdad y solidaridad con el respeto a la ley. El monarca también marco línea roja ante la corrupción, a la que definió como lacra de triste recuerdo que hay que superar, (pensemos también no sólo en los políticos sino también en su cuñado y su hermana). Y por último o sobre todo insistió en el diálogo, debate y acuerdo, como marca el pluralismo elegido por los ciudadanos.
Y claro el pluralismo que está muy bien porque así lo votan los ciudadanos nos provoca situaciones que no debemos minusvalorar. Se confunde la Institución, la educación y la solemnidad con el ejercicio de los derechos democráticos. He resaltado en muchas ocasiones que en la política muchas veces los gestos y las formas son más importantes que los contenidos. Otra cosa es que esos gestos perviertan el ejercicio democrático. Está todo inventado a pesar del funambulismo y trampantojo de la muchachada podemita. Un refrán muy castizo dice que “no hay que confundir el culo con las temporas” y disculpas por lo escatológico . Ni respeto, ni educación al Jefe del Estado y a la soberanía que representan a todos los ciudadanos. En el recuento, sólo a modo de inventario que ERC y Bildu, no han acudido a la sesión y que Podemos, Compromís, PNV y los convergentes (como han transmutado, ya se han olvidado de su otrora espíritu de estado) ni se han levantado ante la presencia del Jefe de Estado y menos han aplaudido su discurso.
En busca del relato perdido. Tal y como está configurado el Parlamento, toca que todos los partidos busquen su posición. A saber. El PP ha de interiorizar que es mayoría minoritaria, ya no hay rodillo. La oposición está sin dueño al menos de momento. El PSOE quiere desmarcarse de su abstención al PP, pero Podemos le fuerza y además se cuelga la medalla. Mientras tanto diera la sensación que sólo les interesan los sillones, los escaños, las presidencias, vicepresidencias y portavocías de las mesas parlamentarias. No quiero pensar que sea por las recompensas económicas o por vendettas partidarias. Los ciudadanos creo que están hartos de tanta disputa banal.
Terrorismo Institucional: El diputado socialista, Eduardo Madina, sigue soportando con edudación, temple, dignidad y saber estar, ataques gratuitos de personajes, (y me quedo corta), de ERC, Bildu entre otros. En la Comisión de Exteriores, la diputada de ERC, Ana Mª Surra, tuvo a bien acusar a Madina de terrorismo institucional, (creo que alguna intención llevaba), porque este definió como rufianismo, (buen hallazgo), alguna iniciativa de los independentistas. Me proclamo fan de Madina, por su dignidad, por su espíritu conciliador y porque es un demócrata. Insultar a Madina, mentándole el terrorismo es de muy baja catadura moral, sobre todo, cuando es alguien que ha hecho de la reconciliación su comportamiento.
Vamos a ser positivos, sin que sirva de precedente. Por fin una iniciativa parlamentaria aprobada por unanimidad. Sí por todos. Se trata de la Reforma de La ley de violencia de género. Parece que será el primer pacto de Estado de esta legislatura.
Una de presupuestos. El líder de Podemos, Antonio Montiel, aprieta con los presupuestos del Gobierno de Puig y Oltra. No llegará la sangre al río, porque es movimiento táctico, pero al menos hará que el Consell se esmere con las cuentas. Si finalmente compran alguna de las enmiendas de la Ley de Acompañamiento, me temo que las cuentas se pueden disparar y no cuadrar. Veremos como acaba el asunto. El Presidente Puig, tendrá que contemporizar. PSPV y Compromís habrán de conciliar con Podemos.
Infrafinanciación: A la espera de lo que pueda dar de sí la negociación con el Gobierno central, (próxima conferencia de Presidentes Autonómicos), queda por ver qué pasa con los 1.325 millones ficticios de los presupuestos. Por cierto, curioso cuando menos, el decreto publicado en el DOCV que refuerza el poder de la Vicepresidenta, Mónica Oltra, dentro y fuera de la Comunitat cuando se lo delegue el President Ximo Puig. A lo mejor nos hemos perdido algo.
Isabel Bonig y los militantes-compromisarios. Pues como estamos en tiempos de cambios partidarios o no, Bonig se afana en conseguir que su refrendo como presidenta de los populares sea con el concurso del mayor número de militantes. El caso es que Génova no está por las primarias, así que parece que habrá que reinventar el asunto y como contaba Valencia Plaza, la solución es reinventar la figura del militante-compromisario. ¿Conseguirá Bonig tomar la delantera y celebrar su congreso regional antes que otras direccione territoriales del PP? Ojo con los concejales de Valencia que van con agenda paralela. A no perder de vista el desmarque de Génova con la documentación enviada al juez del pitufeo y la financiación irregular de las elecciones locales.
Rita no tiene quien le escriba. ¿De verdad era necesaria otra vez su sobre exposición en el Congreso? Recordemos que el lunes tiene declaración como investigada/imputada en el Supremo a cuenta del pitufeo en el Ayuntamiento de Valencia.