VALÈNCIA. Tras el parón por la covid-19, el sector inmobiliario deberá recuperarse para intentar, poco a poco, volver a la situación previa a la pandemia. En València tendrá oportunidades. Por ejemplo, en el barrio del Cabanyal. En esta ocasión, se podrá reactivar el segmento hotelero con la proyección de un nuevo edificio de apartahoteles en la avenida de Tarongers, un inmueble con 81 habitaciones y 72 plazas de garaje.
Hasta el estallido de la pandemia, los proyectos hoteleros en la ciudad habían copado el interés de los inversores por la mejora de la rentabilidad en el cap i casal y el aumento de turistas. Este nuevo desarrollo está impulsado por la mercantil Área desarrollo y proyectos, una firma cuyo administrador único es Simetría, la nueva marca de Obinesa y la antigua Lubasa, del grupo castellonense propiedad de la familia Batalla.
Según consta en la documentación presentada en el Ayuntamiento de València, el proyecto se asienta sobre una superficie de 10.075 metros cuadrados de una parcela ubicada en la avenida de Tarongers, esquina con el Bulevar Serrería, muy próximo a la zona universitaria y al Tanatorio del Cabanyal.
El conjunto hotelero, cuyo presupuesto estimado asciende a los 4,9 millones de euros, constará de 81 apartamentos y 72 plazas de garaje. El edificio se compone de ocho plantas; dos plantas bajo rasante (semisótano y sótano) y seis alturas para las estancias. En concreto, el sótano se destinará a albergar las 62 plazas de aparcamiento de vehículos y la rampa de acceso, mientras que el semisótano se ha planteado como un espacio para ubicar 10 plazas mas de aparcamiento en cumplimiento de la reserva mínima.
También se ubicarán zonas comunes del hotel como salas de usos múltiples y espacios abiertos ajardinados. El recinto destinado a aparcamiento cuenta con ventilación mecánica para el control de humo en caso de incendio con bocas de extracción ubicadas en el espacio libre de parcela; y aperturas de admisión de aire a través de huecos abiertos en el propio recinto.
Las plantas sobre rasante se organizan a través de los dos núcleos de comunicación proyectados que centralizan su acceso a través de la avenida de Tarongers, donde se ubica el acceso principal del edificio a través de un hall de entrada donde se ubica la recepción y el control de acceso.
El proyecto incluye 11 apartamentos en la planta baja, mientras que en el resto de alturas se ha dispuesto 14 estancias. En cada planta habrá ocho apartamentos individuales, cuatro de cinco habitaciones y otros dos de seis habitaciones.