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EL TINTERO / OPINIÓN

Sin Canal pero con 9 (Nou)

Más de cien días del nuevo Consell, un 9 d’octubre lleno de expectación por los símbolos y una campaña institucional que podía recordar a la antigua imagen de la malograda Canal 9

11/10/2015 - 

En la semana en que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig cumplió 100 días al frente del Consell, se produjo la celebración del 9 d’Octubre, el día de todos los valencianos, la conmemoración que pese a recordar la conquista e inicio del Reino de Valencia a manos del Rey Jaume I en 1238, no comenzó a festejarse hasta un siglo después; y además con una especial vinculación a la festividad de Sant Donís, patrón de los pasteleros y de los enamorados valencianos. Curiosidades de la historia, fue en 1338, un siglo después de la conquista y proclamación de Valencia y su Reino como territorio cristiano, cuando el pueblo acuciado por una terrible hambruna salió a la calle a pedir a Sant Donís su protección y se convirtió en costumbre la procesión que, en el siglo XV alcanzó su máximo esplendor festivo con el uso de algo tan nuestro como la pólvora. Tras la Guerra de Sucesión y la prohibición de nuestros Furs, a principios del siglo XVIII, y ante la imposibilidad de festejar nuestro día con el uso de las tracas, desde el Gremio de Confiteros, con audacia crearon los mazapanes denominados piuleta y tronador en claro homenaje a los artilugios pirotécnicos que habían protagonizado esa festividad, y porqué no decirlo, en clara analogía a los órganos sexuales masculinos y femeninos.

El calendario también es caprichoso en cuanto a la celebración del 9 d’Octubre, día de la exaltación de los valencianos como pueblo, como histórico Reino y actual Comunitat pasando por un País de Transición (por la época en que más auge tuvo dicha denominación). Y digo que es caprichoso porque, nuestra festividad siempre es previa al 12 de octubre, día de la Virgen del Pilar y festividad nacional con motivo del Día de la Hispanidad. Es, como se diría en el argot musical, como si la fiesta del pueblo valenciano actuara de telonera de la fiesta de todos los españoles. Este ‘Tintero’ sale a la calle, mejor dicho, a la red, en medio de ambas celebraciones, tras 9 días de palacios de puertas abiertas y procesión cívica con nuestra Real Señera, y en la antesala de los clásicos desfiles castrenses, donde nuestras Fuerzas Armadas parecen ser las únicas garantes de la unidad nacional y el reflejo de una patria que pese a los preceptos constitucionales, hace aguas justamente en algunos de sus territorios costeros.

Esta cercanía en el calendario entre la celebración del pueblo valenciano y la fiesta nacional española, me parece un casual reflejo de nuestro espíritu de convivencia, de concordia y de lealtad entre nuestra rica cultura, con un Siglo de Oro de las letras valencianas, con pintores y artistas de renombre internacional y la cultura española o castellana, de la que formamos parte y a la que en su día engrandecimos con nuestra aportación y, todo sea dicho, con nuestras potentes relaciones comerciales gracias al Mar Mediterráneo.

Volviendo al título de esta columna, los líderes de los partidos que conforman el Consell de la Generalitat (PSPV y Compromís), así como sus socios de Podemos, utilizaron la reapertura de RTVV, es decir, Canal 9, pues fue esta la denominación que ha quedado en la retina de los valencianos pese al cambio de su última etapa en NOU Televisió, como lema de su campaña electoral. Muchas fueron las voces, incluida la del President de la Generalitat, Ximo Puig, que auguraron que la televisión pública valenciana volvería para el 9 d’octubre de 2015, y como habrán visto (y sino les animo a que busquen Canal 9 en su mando a distancia) una tímida señera en la parte inferior de la carta de ajuste no es exactamente lo que esperábamos. Hace unas semanas, el líder de Podemos y apoyo en la sombra del actual Consell, Antonio Montiel, recordó que el embrollo jurídico del extinto ente público es de tal magnitud que hace muy compleja su pronta reapertura.

Probablemente, volveremos a ver la TV valenciana cuando hayamos superado el ecuador de esta legislatura (si no se cumple la profecía de Isabel Bonig que afirmó que habría elecciones anticipadas) y así el bipartito, o quizá en ese momento ya tripartito, tenga un potente altavoz para venderse ante la sociedad como los salvadores de una de las entidades propias que perdimos en la época de los gobiernos populares. Porque difícil, por no decir imposible, será recuperar el tejido financiero valenciano y los mega proyectos culturales o deportivos, pero una radio y televisión propias, como disfrutan en el resto de comunidades autónomas será clave para afrontar las próximas elecciones autonómicas.

Una vez más los valencianos somos ejemplo para el resto de España, las elecciones autonómicas trajeron los cambios en las instituciones tras décadas de poder del Partido Popular, a diferencia de otras comunidades donde ni la corrupción institucionalizada ha supuesto un cambio político; somos una región con lengua propia y una cultura muy arraigada que es a su vez leal con España y con la Corona y que reclama lo que en justicia y equidad merece, como la financiación adecuada a nuestro territorio y población. Deseando que esté pasando un feliz puente de Octubre, me despido con los versos finales del poema que el gran valenciano, Xavier Casp escribió en 1976.

Soc tant si vullc com si no vullc,

¡que si que vullc!, valencià.

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