VALÈNCIA. (EP) Los sindicatos de la automoción Stopel, STM, LAB, CUT y TU han solicitado a Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y Economía Social, una reunión ante la inexistencia de una legislación que regule los ritmos y cargas de trabajo ya que están provocando graves problemas de salud laboral en el sector.
Los firmantes representan el 90% de las firmas automovilísticas que se fabrican en el país y son Stopel (representa a Stellantis Figueruelas); STM (Ford Almussafes); LAB (Volkswagen Navarra); CUT (Stellantis Vigo) y TU (Renault Valladolid).
En la carta dirigida a la ministra, en el marco de la Semana Europea de la Salud en el Trabajo, las organizaciones sindicales denuncian que las condiciones laborales han ido decayendo "en una búsqueda continua e inmoral de beneficios a costa de una mayor explotación de las personas trabajadoras".
Actualmente, según explican, se realizan las mismas producciones que hace diez años pero con dos tercios de la plantilla de entonces, una constante que se puede observar "en todas las plantas de producción del sector".
Al aumento de las cargas de trabajo se suman la precariedad en los contratos, las reducciones salariales, la implementación de categorías de entrada y otras medidas similares.
Así, los sindicatos recuerdan que el sector representa el 10% del PIB y el 18% de las exportaciones totales. Y, cerca de 2 millones de puestos de trabajo están vinculados a esta industria, de los cuales 300.000 son empleos directos.
En estos momentos las altas cargas de trabajo están afectando gravemente a la salud de las personas trabajadoras del sector, los datos de absentismo en gran parte por Trastornos Músculo-Esqueléticos se han disparado durante años "sin que las empresas tomen más acciones que las punitivas".
"Con cargas de trabajo 100% efectivas y una actividad MTM cercana al 120%, unido a semanas laborables de 6 días, por culpa de medidas de flexibilidad que nos obligan a trabajar todos los sábados del año, a parte de los TME, achacables a los movimientos repetitivos, estamos observando como empiezan a despuntar las enfermedades psicológicas asociadas al estrés laboral, provocado por la impotencia ante la imposibilidad de poder realizar nuestros puestos de trabajo y las presiones a las que nos somete nuestra jerarquía", denuncian los sindicatos.
Si bien los límites en cuanto a toxicidad y manipulación manual de cargas entre otros, están delineados en las normas existentes, las cargas y ritmos de trabajo en el sector "no cuentan con normativas específicas que nos permitan combatir este abuso empresarial".
Asimismo, añaden la inoperancia de las mutuas y los servicios de prevención en cuanto al reconocimiento de las enfermedades profesionales del sector. "Debemos humanizar las cadenas de montaje y consideramos que es una histórica asignatura pendiente del ministerio que usted dirige", demandan.