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ANÁLISIS

Síntomas (y muchos) de flaqueza de la economía alemana

La 'locomotora germana' se está frenando cada vez más a la vista de los datos macro que se vienen publicando, tal y como advierte el analista de IG

8/02/2019 - 

MADRID. La salud económica de Alemania es una de las grandes preocupaciones de los inversores europeos, que ven como la industria germana, principal bastión de crecimiento de la locomotora de la zona euro, sigue enviando señales de preocupación. Italia, tercera economía de la región, ha entrado en recesión técnica y ahora Berlín amenaza con seguir los pasos de Roma.

Si antes de ayer la Oficina Federal de Estadística, Destatis avanzaba un descenso de los pedidos a fábrica del 1,6% en el mes de diciembre, el sector manufacturero alemán sigue dando señales alarmantes tras anunciar ayer un descenso de la producción industrial en el último mes de 2018 del 0,4%. Este dato es especialmente doloroso, ya que los expertos auguraban una recuperación del 0,7%, y las industrias germanas acumulan así su tercer mes consecutivo de caída. Desde el mes de septiembre de 2017, las fábricas teutonas solo han incrementado su producción en cuatro ocasiones: enero (+3,4%), marzo (+1,0%), mayo (+2,6%) y septiembre (+0,2%) de 2018.

Pero las cifras publicadas ayer  jueves no son una excepción y empiezan a ser la tónica habitual para los inversores en lo que llevamos de 2019. Los primeros datos publicados este curso ofrecieron alguna señal positiva, como el descenso por encima de las expectativas del número de trabajadores desempleados en el mes de diciembre o el avance de las ventas minoristas en el mes de noviembre. Sin embargo, estas han sido de las pocas señales de optimismo emitidas por la economía germana en el presente ejercicio y poco duró la alegría ya que, en ambos casos, las estimaciones de enero publicadas el pasado viernes han deparado una fuerte decepción.

Ventas al por menor a la baja

Por un lado, las ventas al por menor se han recortado un 4,3%, en lo que es su peor registro en más de once años y medio (mayo de 2007), mientras que la creación de empleo parece haberse estancado con la incorporación al mercado laboral de solo 2.000 nuevos trabajadores en el mes de enero.

Los últimos datos de la balanza comercial germana, relativos al mes de noviembre, registraron un avance del superávit comercial del país, pero no gracias a un avance de las exportaciones, que cayeron un 0,4%, como es lo deseado, sino a una fuerte contracción de las importaciones (-1,6%), lo que denota una caída de la demanda interna de consumidores e industrias.


Desde el punto de vista de la inflación, los datos del índice de precios al consumo (IPC) adelantados para el mes de enero muestran una fuerte contracción de la cesta de la compra de los ciudadanos alemanes del 0,8%, que mantienen la evolución interanual en el 1,4%. De igual modo, la inflación mayorista muestra como los precios pagados al productor también se contrajeron un 0,4% en diciembre, lo que ha recortado cinco décimas de golpe la evolución interanual al 3,3%. Asimismo, los precios a la importación en ese mismo mes contrajeron un 1,3%.

Así las cosas, el pesimismo crece entre inversores y empresarios. El índice Zew de confianza inversora se mantiene en niveles negativos (-15,0 puntos) en el mes de enero, mientras que el Ifo de confianza empresarial vuelve a situarse por debajo de los 100 puntos por primera vez en tres años. Esta mayor negatividad se ve también entre los gestores de compras de las grandes compañías. El índice del PMI del sector manufacturero acumula ya dos meses por debajo de los 50 puntos que separan la expansión de la contracción de la actividad, algo que no sucedía desde mediados de 2013; mientras que el de servicios se mantiene en unos discretos 53 enteros.

Recorte de las previsiones de crecimiento

Esta situación llevó al propio Ministerio de Economía germano a recortar de forma agresiva sus previsiones de crecimiento para el presente ejercicio desde el 1,8% al 1,0% y ayer fue la Cámara de la Industria y el Comercio (DIHK) del país el que revisó a la baja sus estimaciones del 1,7% al 0,9%. Los datos de PIB anual de 2018 mostraron un anémico crecimiento de la economía del 1,5% tras ver como el tercer trimestre tenía una contribución negativa del 0,2%.

El próximo jueves, 14 de febrero, el Destatis publicará la primera estimación oficial de la evolución del Producto Interior Bruto en el cuarto trimestre de 2018, los inversores confían sin mucha convicción en que la primera economía de la Eurozona y cuarta del mundo, solo superada por Estados Unidos, China y Japón, logre esquivar esta bala y muestre al menos un ínfimo crecimiento. De lo contrario, si la economía germana vuelve a registrar un dato negativo, el país entraría oficialmente en lo que se conoce como recesión técnica al acumular dos trimestres consecutivos de contracción, algo que no sucede desde comienzos del año 2009.

Aitor Méndez es analista de IG

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