VALENCIA. En la ciudad de Valencia hay listados casi dos mil alojamientos, que suponen un total de un 9% de la oferta de alojamientos de la ciudad. Mientras, la oferta hotelera es de 21.000 habitaciones que suponen un 91% de la oferta. Así lo apuntan datos recogidos por la Avaec, la Asociación de Viviendas de Alquiler para Estancias Cortas de Valencia, constituida este sábado con el fin de tomar parte en las decisiones del nuevo enfoque turismo, donde también entran los apartamentos turísticos y su auge gracias a plataformas como AirBnB.
Con estas diferencias de oferta, la asociación asegura que que no es cierto que las viviendas de alquiler por estancias cortas sean una competencia desleal al estas reglados y tributar. "El problema reside en que el sector hotelero quiere controlar el 100% de la oferta y monopolizar el mercado", aseguran. Con la intención de desmitificar el perjuicio que puede suponer este tipo de vivienda para el turismo en la ciudad, han recogido una serie de datos para radiografiar su estado en Valencia.
Destacan que el número de las quejas presentadas en los últimos cuatro años por molestias generadas por acontecimientos en la ciudad ascienden a 621, por reiteraciones en los servicios de limpieza, un total de 4.035, cifras muy superiores a las quejas presentadas por apartamentos turísticos, un total de 80, que en relación con el número de viviendas registradas ese 2016, 1.256, no supone el 6,3% en los últimos cuatro años.
En el 2013, el número de plazas hoteleras ofertadas en Europa era 5,5 millones. El Top Ten de las cadenas hoteleras copaban el 64.1% del mercado. El segundo y tercer grupo de cadenas hoteleras cubrían el 11.1% y el 18.6% de la oferta. Sumando estos tres grandes grupos de cadenas hoteleras, los resultados son alarmantes. Las cadenas hoteleras cubren el 93.8% de la oferta de habitaciones hoteleras en Europa.
Recuerdan que el turismo es la mayor industria del mundo pero las tendencias están cambiando. Por ello, reconocen la labor de plataformas como Airbnb, Vacation Rental by owners o Homeaway que han hecho posible que propietarios de viviendas y viajeros puedan ponerse en contacto. "Han sido los que verdaderamente han acertado en captar esta nueva realidad positiva de nuestra sociedad: viajeros que buscan la autenticidad cultural y la experiencia genuina", destacan.
Un informe de Esade de junio de 2015 destacaba que el ingreso derivado del alquiler vacacional en España es un factor relevante ya que en el 92% de los casos ayuda a la economía familiar. De hecho, el 65% lo puso en marcha porque necesitaba un respaldo económico y lo consideraba una buena opción, al 58% le permitía cubrir gastos y al 71% le ayuda mucho económicamente.
Además, el 93% de los propietarios informaron a los huéspedes de las normas de la comunidad, el 75% de los propietarios se informaron sobre la regulación legal de esta fórmula de alquiler y el 75% de los propietarios realizaron reformas antes de poner la vivienda en alquiler, además de que el 85% compraron mobiliario especial.
El 81 de los propietarios comparten la vivienda en la que viven, el 53% tienen unos ingresos de bajos a moderados y el 48% de los ingresos obtenidos por los alquileres de los propietarios van destinados a pagar las necesidades básicas como la vivienda, energía, agua y alimentos.
Sobre el impacto sobre la economía de los barrios el informe destaca que el 74% de los alojamientos están ubicados fuera del centro, con lo cual favorecen a las zonas periféricas. El 79% de los viajeros eligen un determinado barrio porque quiere explorarlo y sentirse como un local. El 86% de los viajeros que alquilan pisos turísticos quieren una cocina, más habitaciones porque viajan en familia y más privacidad y los viajeros gastan el 45% de su presupuesto en el barrio donde residen
Desde Avaec destacan la inseguridad jurídica que existe en las viviendas turísticas de la ciudad de Valencia, al dejar en el limbo a numerosos propietarios. "Las viviendas turísticas ofrecen un servicio de calidad y atraen turismo de calidad y los propietarios de los apartamentos turísticos tributan, generan empleo e impulsan la economía de los barrios", insisten.
"El alquiler de corta estancia es una tendencia en el mercado. Existe una demanda creciente hacia este servicio. Los gustos han cambiado y las personas que nos visitan deben tener el derecho de la libre elección. No se puede catalogar este tipo de alojamientos como una actividad molesta".