La tienda on-line de alimentación ecológica complementa su oferta de fruta y verdura propia con otros productos de horno y de despensa
VALÈNCIA. Cada vez son más las personas que se alejan de las grandes superficies en la búsqueda de alternativas sostenibles a la hora de consumir. Hasta hace unos años la compra directa al agricultor era difícil, sobre todo en las áreas urbanas. Pero cada vez surgen más iniciativas que permiten poner en contacto a consumidores y productores, para las que Internet es un gran aliado.
Corría el año 2010 cuando Carlos Martínez decidió aprovechar este interés creciente y la tecnología para eliminar intermediarios y vender directamente al consumidor su fruta y verdura ecológica recién recolectada. «Comenzamos con el proyecto con mucha ilusión y cariño, pero de una forma amateur. La web no era realmente un comercio electrónico; los pedidos se hacían a través de una hoja excel que enviábamos por e-mail», rememora Carlos.
Tras 7 años de aventura y con unas cuantas lecciones aprendidas, en septiembre relanzó su empresa con un cambio de nombre: lo que antes era De l’Horta a la Porta ahora es Somnatur.
La nueva web se ha profesionalizado, e incorpora varias mejoras que han implementado con las sugerencias y consejos de sus clientes. Carlos asegura haber invertido mucho esfuerzo en lograr un sitio claro, accesible y fácil de usar para el consumidor. La web ofrece dos tipos de compra: por cestas cerradas que ellos preparan, o por pedido a la carta, en el que el consumidor decide los productos de su cesta.
Uno de los grandes cambios de la empresa es la incorporación de nuevos productos ecológicos que no son propios: legumbres, pasta, arroz, harina, pan, huevos, miel, tomate frito... El objetivo a largo plazo es que sus compradores puedan realizar la compra semanal de alimentación íntegramente en su web. Según afirma Carlos es una de las grandes demandas de los clientes: tener que evitar la visita a otras tiendas. «Seguimos buscando diariamente nuevos proveedores, pero la tarea es lenta porque somos muy exigentes. No nos vale cualquier productor ecológico, puesto que no todos somos iguales. Hay empresas que se dedican a la producción ecológica pero con otro objetivo: producir más al precio más bajo para obtener el mayor beneficio, sin importar la calidad. Para Somnatur la calidad es lo más importante, por eso buscamos proveedores que compartan nuestra filosofía, conozcan su producto y lo cuiden como nosotros».
Además han incorporado el pago mediante tarjeta de crédito a través de la web; una sección de recetas semanales propias; y el cambio más notable: el envío a toda la península, para el que cuentan con una empresa especializada. El reparto en Valencia y alrededores sigue siendo gratuito y lo realizan ellos mismos.
Las ventajas para el consumidor son claras. Por una parte, conocer exactamente de dónde procede lo que está consumiendo —la huerta de Somnatur está en Benaguasil y es visitable—. Por otra, tener la certeza de que los productos están libres de pesticidas y químicos —tienen certificación ecológica desde 2010—. Esto sumado a la comodidad de recibir la compra en casa, y de tener la conciencia tranquila sabiendo que se ha pagado al agricultor un precio justo por su trabajo y que se está respetando al medioambiente.
El futuro es incierto, pero en Somnatur están convencidos que el consumo ecológico y sostenible es el camino. «Todavía pervive la creencia de que los productos ecológicos son caros, pero la diferencia de precio no es tanta si primas la calidad y la procedencia de lo que estás comprando. Sin ir más lejos, esta semana hemos empezado con la venta de nuestras naranjas y mandarinas por cajas, y tenemos ofertas que salen por menos de 1 euro el kilo. No creemos que sea un precio de lujo. Nos esforzamos de verdad por ajustar los precios para que sean ventajosos para las dos partes».
Para Carlos el mayor obstáculo para su empresa es la falta de costumbre en la compra de productos frescos a través de internet. «La venta on-line de fruta y verdura todavía es difícil en España. La gente está acostumbrada a ver y tocar lo que va a comer antes de comprarlo. Romper esa barrera es difícil, pero cuando se atreven a traspasarla y ven la calidad y el sabor de los productos, la gran mayoría repite», aseguran desde Somnatur.