Sondeo: empate en València con Català (PP) y Gómez (PSPV) como alcaldables

VALÈNCIA. Las elecciones locales del próximo mes de mayo en la ciudad de València se presentan como una dura lucha entre los bloques de izquierda y derecha que, a día de hoy, no parece tener un vencedor claro. Así lo refleja el sondeo de la consultora SyM Consulting realizado para Valencia Plaza entre el 15 y el 17 de enero con un total de 620 encuestas válidas realizadas (ficha técnica abajo). Es la primera encuesta sobre los comicios municipales tras hacerse público que la candidata del PP a la Alcaldía es María José Català.

La encuesta muestra un empate entre ambos bloques que podría decantarse con la socialista Sandra Gómez como alcaldesa al ser la más votada en la izquierda pero también con la popular María José Catalá como primera edil al ser la que mejor resultado lograría en el bloque de derechas. Un solo concejal que 'baila' entre PSPV y PP sería el que decidiría quién de las dos tendría opciones de ostentar la vara de mando, todo ello dando por hecho -tal y como se presupone- que conseguirían el apoyo del resto de fuerzas enclavadas en su espectro ideológico, lo que las situaría en ambos casos entre 16 o 17 ediles de un total de 33.

Según el estudio, el PP aguantaría el tipo y sería la fuerza más votada con un 26,1% -casi medio punto más que en 2015- y una proyección de entre 9 y 10 ediles. En segunda posición se situaría el PSPV-PSOE, que subiría más de siete puntos hasta el 21,7% elevándose hasta los 7 u 8 representantes en el consistorio y con opciones para Gómez de alcanzar la Alcaldía. 

Las cosas le irían peor a Compromís, que pese a ostentar la vara de mando a través de Joan Ribó, perdería dos puntos y medio respecto a 2015 hasta el 20,6% y dos regidores -se quedaría en 7-, viéndose superados por los socialistas y perdiendo incluso la opción de encabezar el gobierno local en caso de victoria de la izquierda.

El otro gran y sorprendente derrotado de los comicios sería Ciudadanos, que perdería dos concejales y tres puntos -bajaría hasta12,2%- respecto a lo cosechado en las pasadas elecciones, dejando a su presumible candidato, Fernando Giner, sin opción alguna de ser alcalde. Un resultado que llama la atención después del buen rendimiento logrado por la formación naranja en las elecciones andaluzas y que le sitúa muy lejos de encuestas que le han otorgado opciones de ser la primera fuerza política.

La novedad es la irrupción de Vox con un importante respaldo del 9,3% y una representación de tres ediles. El partido liderado por Santiago Abascal podrían ser la llave que sirviera a Català, con el apoyo -ya sea por acción u omisión- también de Ciudadanos, para ser alcaldesa. Un hecho que concuerda con el buen resultado conseguido por la fuerza de extrema derecha en Andalucía y que es especialmente significativo cuando este partido ni siquiera ha designado todavía un candidato o candidata para la Alcaldía.

Por otro lado, el pacto Podem-Esquerra Unida no implicaría ni mucho menos una mejora de las prestaciones de lo que cada fuerza política consiguió por separado: la encuesta señala que superarían sin demasiada holgura la barrera electoral del 5% -5,6%- y conseguirían dos concejales que, no obstante, serían absolutamente necesarios para una hipotética mayoría de izquierdas. 

De darse estos resultados el 26 de mayo, la pérdida de estos partidos sería notable puesto que la formación morada consiguió a través de la plataforma València en Comú un 9,8% de los votos, mientras que Esquerra Unida en solitario estuvo a punto de lograr entrar en el consistorio al sacar un 4,7% de los apoyos. Por si fuera poco, el trabajo de campo de esta encuesta se realizó antes de que estallara la última crisis de Podemos en el ámbito nacional protagonizada por Íñigo Errejón.

Transferencias de voto

En cuanto a cómo se mueven los votantes respecto al sufragio depositado en 2015, el estudio señala que el total de votantes que confiarían en el PP procede de la formación popular aunque un 37% se decantaría ahora por Vox, que curiosamente también consigue que un 16% de los que les votaría procedan de un proyecto tan lejano como València en Comú y otro 5,3% de personas que confiaron en Compromís.

La coalición valencianista no 'pesca' en el caladero socialista, pero sí consigue un 9,5% de votantes que en su día confiaron en Ciudadanos y un 7% de los que lo hicieron en Esquerra Unida. Precisamente Podem y EU se llevan la mitad de votos de sus proyectos anteriores y el resto lo toman de personas que apoyaron a Compromís.

El PSPV es el que bebe más transversalmente. El 72,7% de los que apostaron por estas siglas ya lo hicieron antes, pero también suman un 7% desde València en Comú, un 11% desde Ciudadanos, un 2% de Compromís y un 7% de personas que no acudieron a las urnas. Por su parte, Ciudadanos consigue que un 32% de los que confiaron en los socialistas decida apoyar ahora a la formación naranja.