Foto: ANTONIO PRADASCASTELLÓ. El azulejo vive una situación dramática. Las cifras de este año son elocuentes. Prevé cerrar el ejercicio con una caída de la producción de un 20 % y situarse en niveles de la crisis financiera de 2011; con un descenso de un 17 % en ventas, de un 17 % en facturación y con una pérdida de entre un 16 y un 20 % de puestos de trabajo. España baja del segundo al tercer lugar como exportador mundial y es superada por India. Son datos aportados por un balance realizado por Ascer este jueves. La patronal urge ayudas públicas de forma inmediata, medidas por parte de la Unión Europea a contra las importaciones, especialmente de la India, que no cumplen con la misma legislación ambiental y laboral; y reclama más tiempo para implementar la transición energética.
La patronal azulejera ha puesto negro sobre blanco la realidad del sector en una rueda de prensa prensa por parte de su presidente, Vicente Nomdedeu; los vicepresidentes Miguel Nicolás y Ismael García, y el secretario general, Alberto Echavarria, en la que han expuesto los números del clúster y los desafíos en materia de ayudas, internacionalización y transición energética.
Nomdedeu ha reivindicado al Gobierno ayudas directas a corto plazo "para compensar las pérdidas de estos dos años" y, a medio plazo, medidas que reconozcan los problemas estructurales de la cerámica. Porque ha advertido que las dificultades seguirán al menos hasta el primer semestre de 2024 y ha alertado de posibles "multilocalizaciones de empresas" por la competencia de países emergentes, que no cumplen, ha espetado, ninguna normativa ambiental y laboral y venden más barato.
"Sin las ayudas el sector no volverá ser competitivo como antes. Mientras otros competidores están en estrategias de innovación nuestras empresas solo pueden pensar en el día a día", ha agregado el presidente de Ascer.
Todos los resultados de 2023 son malos. En producción, disminución de entre el 18% y el 20%, con una previsión de 400 millones de m2, una cifra que no se registraba desde 2011/2012. En ventas, a nivel nacional una reducción de entre un 11 y un 13 % y, en internacional, entre un 17 y 21 %. Según Ascer, la inflación ha ralentizado la construcción y la reforma en los principales mercados que tiene como consecuencia una "pérdida de competitividad de nuestros productos frente a una competencia muy agresiva, tanto de otros países productores como de otros materiales sustitutivos".
La cerámica ha visto caer sus pedidos en los mercados principales como Francia, Alemania, Estados Unidos, Reino Unido o Alemania. España copa el 25 % de las ventas y el 75 % son exportaciones. De estas últimas, un 50 % se materializan en Europa y un 20 % en medio y extremo oriente.
A la vista de estos números, la patronal se ha marcado una serie de retos en 2024. En Bruselas quiere reforzar la presión de la industria cerámica europea para propiciar un marco de juego "equilibrado", con unas reglas para todos iguales que contemplen medidas contra las importaciones que carecen de normativa ambiental y laboral. Asegura que las medidas antidumping no funcionan en la India, país que ha incrementado sus exportaciones de 422 a 666 millones de metros cuadrados y se ha colocado en el primer exportador mundial, desbancando a China, en segunda, y España, que pasa de segundo a tercero.
Segundo, presionarán al Gobierno para que promueva las ayudas que necesita el sector. Los 70 millones aprobados quedan lejos de los 600 millones aportados aportados en Italia, "son escasos y llegan tarde".
Tercero, Ascer aboga por un plan de reindustrialización y una reforma del estatuto del gas intensivo, así como reforzar la promoción ante el consumidor para hacer valer los valores del producto nacional.
Por último, reivindica a Europa más margen en la implementación de la transformación energética verde. "La descabornización no es viable técnicamente a corto plazo y no se puede fundamentar en el cierre de empresas", afirma Ascer. Ello significa alargar los plazos fijados por la UE. Para 2030 el sector ha de reducir las emisiones un 60 % tras hacerlo un 25 % desde 1990. Un reto que técnicamente es inasumible para la industria cerámica, que aún no tiene la innovaciones tecnológicas para producir baldosas, según la patronal. En este sentido, reclamará que se prolonguen los plazos y más financiación pública.
Así, también considera que se debería cambiar el Perte de descarbonización previsto por "la poca financiación pública" y las condiciones restrictivas, como el plazo de la ley de subvenciones que fija el pago a proveedores en 60 días.
Ascer ha explicado el estudio del impacto económico que supone la transformación energética que presentó recientemente.
