El famoso lema turístico de los años 60 tiene el valor de demostrar que somos diferentes porque somos mejores, más amables, más divertidos y más auténticos, por eso y por nuestro clima y gastronomía, todos quieren venir a España
La realidad en España es algo que supera a la ficción, pero de una manera realmente inimaginable. Cualquiera que se haya asomado a los medios y escuchara las declaraciones de Fernando Simón sobre el turismo en España, pensará que estaba viendo uno de tantos memes que se han hecho viral en estos meses, o quizá que sería las noticias del famoso diario sarcástico ‘El Mundo Today’, pero es que la espontaneidad de nuestro surfero no tiene límite, pero sí tiene precio.
Las cifras del turismo en España son realmente importantes para nuestra economía, uno de los motores clave sin ninguna duda, un impacto en el empleo directo e indirecto de gran magnitud, un porcentaje fundamental de nuestro PIB y en definitiva una seña de identidad clave. España es turismo y eso no significa como algunos decían con tono despectivo que seamos los camareros de Europa, lo que somos es la envidia de Europa, el lugar donde todos quieren pasar sus soñadas vacaciones o su idílica jubilación. España en cualquier región derrocha belleza en sus paisajes, calidad máxima en su gastronomía y simpatía y hospitalidad en sus gentes, por eso todos quieren venir a nuestro país y así lo hacen.
Hay un eslogan muy popular pero que los propios españoles solemos utilizar con cierta burla cuando no desprecio, el famoso ‘Spain is different’, creado allá por los años 60 cuando Manuel Fraga revitalizó y activó el sector turístico en nuestro país. Y pese a que nuestra errónea visión autocrítica nos haga utilizarlo para dar a entender que aquí hacemos las cosas peor que en otros sitios, deberíamos recuperar la idea de que somos distintos porque somos mejores en muchos aspectos, principalmente en la gastronomía y en el clima. Y de ambos factores se derivan diversas bondades que adornan a nuestra piel de toro.
La imagen de lo que llamamos guiris, es decir, los turistas británicos de piel blanca y chancla de dudoso gusto o también la de muchos alemanes, es la imagen habitual de nuestras costas y poco a poco de nuestras ciudades, y no hay que denigrarla. Si bien seguimos trabajando para ofrecer ocio de calidad, vinculado al sector cultural y así atraer turistas de alto nivel adquisitivo, el turista que llena nuestras playas y ciudades viene aquí atraído por nuestras bondades, gasta sus ahorros y en muchas ocasiones decide invertir y vivir aquí los años de su jubilación y cuando más gasto realiza en nuestro país.
El gobierno de España debería tomarse más en serio las cosas, pero ya sabemos que eso parece misión imposible y preocuparse de realizar test y pruebas a los turistas, a los profesionales del sector hotelero y de la restauración y mantener las fronteras abiertas para que los turistas siguieran viniendo con seguridad. No podemos permitirnos cerrar nuestros locales y hoteles, no podemos paralizar la economía otra vez, no podemos ni debemos consentir que no se emplee el material adecuado ni se ofrezcan los medios necesarios, y sólo se proponga el cierre y cese de la actividad comercial como solución, en un momento en que la realidad es que el virus sigue en la sociedad pero con una letalidad bajísima y con unas cifras de hospitalizadas muy bajas, es decir, leemos que hay rebrotes y contagios pero no leemos que ello suponga ingresos en UCI y fallecidos, gracias a Dios.
Spain is different porque salvo su clase dirigente y los votantes que con un acto de atrevimiento los llevaron a ese puesto, el resto de los millones de españoles, que son muchos, hacen la cosas bien y además trabajan con esfuerzo y entrega para ofrecer los mejores productos, las mejores instalaciones, agradar a nuestros visitantes y enseñarles nuestra manera de entender la vida y de disfrutarla. Algo que, de hecho, utilizan muchas marcas de alimentación y bebida cada temporada estival o navideña para promocionar sus productos, vinculándolos a los valores familiares y sociales que nos caracterizan y que también están en la esencia de la marca España, eso que hace que cada año millones de extranjeros quieran venir a compartir sus mejores momentos del año con nosotros.