Elimina un tercio de las bandas identificadas por una publicación, pero asegura estar revisando el resto
VALÈNCIA. Spotify ha dado un paso al frente y se ha posicionado frente a la difusión de canciones que fomentan el odio. Así es como se refieren a estos artistas, "bandas de odio", tras examinar una lista de 2014 de Souther Poverty Law Center. La pista se la dio la publicación Digital Music News que contrastó el enumerado con el material disponible en la plataforma de streaming más utilizada en España y en muchos países del mundo. Con esa información, Spotify inició una batida para fulminar "docenas de bandas neonazis" con contenido que fomenta el odio y, por el momento, ya ha borrado a un tercio del listado. La publicación digital advirtió que "no era difícil identificar a las bandas utilizando los propios algoritmos de recomendación de Spotify".
Por el momento, la compañía ha destacado la responsabilidad derivada de los contratos que mantiene con "cientos de miles" de discográficas y agregadores de contenido. En esos acuerdos, las empresas que proveen de música son las responsables últimas del contenido, aunque Spotify ha querido asumir su responsabilidad como plataforma tecnológica y suspender la posibilidad de escuchar a esas bandas. Además, un portavoz de la compañía ha asegurado a Billboard que "se están revisando con urgencia el resto" de bandas" que "favorece el odio o incita a la violencia contra la raza, la religión, la sexualidad o similares". El portavoz se muestra tajante: "no es tolerable para nosotros".
El movimiento por parte de la multinacional tecnológica se llevó a cabo menos de 24 horas después de que Digital Music News publicara su artículo.
Este gesto supone un precedente claro para una plataforma que aglutina millones de canciones y cientos de miles de artistas, pero también para el sector. Deezer se puso en contacto con Digital Music News para confirmar que este otro servidor está "en el proceso de revisar rápida y activamente el contenido de nuestra plataforma y hemos comenzado y continuaremos eliminando cualquier material que esté de alguna manera conectado a cualquier movimiento de supremacía blanca". Los comunicados de ambas compañías revelan una conversación que hasta la fecha no se había producido en torno al agregado masivo de contenidos sin filtros y que, ahora, al calor de lo sucedido en Charlottesville y sus consecuencias, está generando acciones y abriendo el debate.
A partir de esta situación, derivada de la violenta manifestación de supremacistas blancos y nazis en la ciudad estadounidense, Spotify marca una línea clara para albergar contenido a partir de la vigilancia propia, más allá de los acuerdos con terceros a los que se le supone la capacidad de denunciar por posibles querellas contra la apología de la violencia o el uso de simbología y proclama, según la legislación de cada uno de los países en los que opera. Cabe pensar que en alusión a los contratos a los que hace referencia el portavoz de la compañía en Billboard, esa responsabilidad ya estaba integrada en el servicio con la confianza que depositan sobre las discográficas y representantes editoriales de las canciones. También es interesante cómo el debate debería alcanzar a las webs tecnológicas de contenidos, desde Facebook a YouTube, por lo que el precedente podría tener réplicas en todo el world wide web si las distintas empresas deciden tomar medidas similares en adelante. Plataformas que, por otro lado, están sirviendo también para identificar usuarios y grupos afines a movimientos de odio y violentos.
Sin embargo, ahora Spotify se desmarca –incluso por delante de otras plataformas de distribución de música en streaming– y genera su propia selección de música apropiada o inapropiada para escuchar de sus clientes. La solución ha sido una reacción inmediata por parte de la compañía que ha admitido haber sido apelada por el artículo citado. En ese mismo texto ya se advertía que la decisión de la plataforma de tomar o no medidas redundaría en un debate sobre la libertad de expresión y la censura. Una conversación inevitable a la que cabe añadir un ingrediente más por parte de las decisiones tomadas ahora por Spotify, que ha ido un paso más allá creando una lista de reproducción ad hoc (con el título de Patriotic Passion) que incluye canciones de Lenny Kravitz, The Smashing Pumpkins, James Brown, Nina Simone o Funadelic, entre muchos otros.
La compañía de origen sueco acaba de superar los 60 millones de suscriptores en el mundo y ultima su salida a bolsa.