ALICANTE. La firma alicantina de distribución de ropa y artículos deportivos Sprinter salta fronteras e inicia su proceso de internacionalización por los Países Bajos. La empresa fundada en Elche y ahora con sede en el polígono de Las Atalayas de Alicante, propiedad de la británica JD Sports, ha abierto esta semana su primera tienda en la región de Holanda, concretamente en la ciudad de Rotterdam, tras cerrar este verano un acuerdo para asumir el negocio de la matriz británica en la zona.
La primera tienda de Sprinter en Holanda ya opera en el centro comercial Zuidplein de Rotterdam, un enorme complejo comercial con una población de más de 600.000 clientes potenciales, en la que es la segunda ciudad en importancia de los Países Bajos. Se trata del primer rótulo de la enseña alicantina en el país, pero no será el último, dado el acuerdo entre JD Sports y su filial en España, Iberian Sports Retail Group (ISRG), para que sea el grupo español el que opere el negocio en la zona.
El acuerdo se cerró este verano, y la compra del negocio se valoró en unos 16 millones de euros, según publicaron entonces varios medios especializados. Concretamente, el grupo de Sprinter adquirió a su matriz la empresa Sports Unlimited Retail, que gestionaba en Países Bajos las cadenas Perry Sport y Aktisport, y que hasta este momento era propiedad al 100% del grupo británico.
Según explicó entonces el presidente de JD Sports, Peter Cowgill, este movimiento se explicaba porque " la filial española está más centrada en el sector de artículos deportivos que en la marca principal de JD y, por tanto, el equipo de gestión estará en mejor posición para impulsar el crecimiento de Sports Unlimited Retail a largo plazo". "Tenemos un excelente equipo de gestión en ISRG y, habiendo integrado con éxito el negocio de Sport Zone en sus operaciones, este es el momento adecuado para que amplíe aún más su alcance geográfico".
Originalmente, ISRG solo iba a operar en España y Portugal, tras integrar a JD Sports y Sprinter, por un lado, y a la portuguesa Sonae y su marca deportiva Sport Zone. No obstante, este año la matriz británica cambió de estrategia y le adjudicó el negocio en Países Bajos. No es la única operación que ha 'engordado' al grupo de Sprinter, puesto que este mismo año ha adquirido Deporvillage, para aprovechar su penetración online y su especialización en ciclismo y running, y a la murciana Bodytone para entrar en el sector de las máquinas de fitness.
En el ejercicio cerrado en enero de 2020, justo antes de que estallase la pandemia, Sprinter (sin contar el resto de empresas del grupo en España) facturó 397,5 millones de euros y se anotó un beneficio de casi 25 millones. Durante la pandemia, la marca alicantina no logró trasladar al online las ventas físicas que perdió por el confinamiento, aunque desde el verano del pasado año el crecimiento ha vuelto a ser exponencial. En estos momentos cuenta con un centenar de tiendas propias y emplea a más de 2.500 personas.