CASTELLÓ. La empresa estatal noruega Statkraft que proyecta la construcción de la megaplanta fotovoltaica Arada Solar sobre 280 hectáreas (inicialmente eran 350) en los términos municipales de la Vall d'Uixó, Xilxes y Moncofa, en la comarca dela Plana Baixa, ha comenzado ya a contactar con los propietarios de los terrenos afectados por el proyecto para negociar la compra o alquiler de las fincas necesarias. Así lo han constatado desde La Unió Llauradora al confirmar que los propietarios de las fincas afectadas por el proyecto han comenzado a recibir en las últimas semanas ofertas de compra o alquiler de terrenos.
"Están llegando ya cartas a los propietarios afectados y, en otros casos, hasta se está visitando de forma particular a los dueños de los terrenos", afirma Carles Peris, secretario general de La Unió. Según indican desde la organización agraria, la empresa promotora de Arada Solar está tratando de llegar a acuerdos con los propietarios a través de contratos de compra-venta o de alquiler de las tierras. No obstante, para La Unió se trata de ofertas "a precios muy bajos".
Según indican, la promotora está ofreciendo 2.500 euros por hanegada que, en caso de ser de producción citrícola, eleva a 2.800 euros. Asimismo, también ofrece la opción del alquiler de terrenos a razón de 150 euros por hanegada de renta anual que sube a 650 euros para cítricos y una prima de 200 euros por hanegada.
Desde la organización agraria explican que el proyecto prevé ocupar más de 570 parcelas de suelo agrícola para las placas solares y también contempla la construcción de una nueva subestación eléctrica donde evacuará la planta mediante una línea de media tensión de casi 18 kilómetros de longitud, que atravesará los términos de la Vall d’Uixó, Nules, Borriana, les Alqueries, Vila-real y Betxí.
"Son precios que están por debajo, casi la mitad, de lo que está marcando como justiprecio el jurado provincial de expropiaciones de Castellón", destaca Peris. Por ello, indica que desde La Unió se está recomendado a los dueños de los terrenos no vender por motivo del "bajo precio" pero también porque todavía se está en una "fase inicial" del proyecto. "Un agricultor, con ese dinero que le ofrecen va a tener complicado que pueda comprar otro terreno cerca y acometer las inversiones necesarias para llevar a cabo un nuevo proyecto agrario", dicen desde La Unió.
El secretario general de La Unió recalca que por las oficinas de la organización ya han pasado más de cien propietarios a los que la promotora de la planta solar ya ha contactado. La cifra es mayor, puesto que también ha acudido una cooperativa en representación de sus miembros para solicitar asesoramiento.
La planta Arada Solar cuenta ya con Declaración de Impacto Ambiental (DIA) favorable y autorización administrativa previa. Statkraft solicitó en junio del año pasado la Declaración de Utilidad Pública (DUP) para la infraestructura de evacuación asociada a este proyecto. La intención de la compañía, como ya anunció meses atrás, es la de llegar a acuerdos con el mayor número de propietarios de terrenos donde se instalarán tanto la planta fotovoltaica como su línea de evacuación. "Esta forma de proceder se enmarca en la voluntad colaborativa que guía a Statkraft en el enfoque de todos sus proyectos", indicaron. Además, la compañía cuenta con un punto de información en la Vall d'Uixó.
El proyecto del parque Arada Solar tiene una potencia de 155 MW y prevé la instalación de 338.772 placas. Los paneles solares ocuparán el 27,5% de la superficie total del proyecto, que asciende a 280 hectáreas. La inversión prevista ronda los cien millones de euros.
La Unió muestra así de nuevo su oposición al proyecto al apuntar a "la grave pérdida de superficie agraria y el daño que se le provoca a unos agricultores que han hecho, junto a las administraciones, una importante inversión en sus campos, también con modernización de regadíos, y que ahora verán como ese esfuerzo queda en entredicho".
"En caso de llevarse a cabo este proyecto se perdería una importante zona de cultivo agrícola y en consecuencia se verían afectadas en gran medida las entidades de riego que suministran el agua a la zona planteada, y dada la gran extensión en la que se pretende actuar, puede llegar a provocar la inviabilidad de la actividad que desarrollan y su desaparición como colectivo de riego", aseguran.
Para La Unió, la concentración de instalaciones fotovoltaicas en grandes plantas ubicadas en suelo agrícola o forestal "es una clara agresión al mundo rural ya suficiente abandonado y despoblado".