MADRID (EP). El Tesoro Público ha captado este martes 4.495 millones de euros en una nueva subasta de letras a seis y doce meses, en el rango medio previsto, y lo ha hecho cobrando más a los inversores al registrar tipos más negativos en ambos tipos de papel.
De esta forma, los mercados siguen mostrando su interés por los títulos de deuda española, ya que la demanda ha alcanzado los 12.321 millones de euros, lo que supone 2,7 veces más que lo finalmente adjudicado. La emisión se ha producido el mismo día en el que el Gobierno tiene previsto aprobar la nueva senda de estabilidad presupuestaria con más margen y el nuevo cuadro macroeconómico.
En concreto, el Tesoro ha colocado 500 millones de euros en letras a 6 meses, frente a una demanda de 3.485 millones de euros, y ha registrado un tipo de interés marginal del -0,469%, más negativo que el -0,452% de referencia de la subasta del mes pasado. A su vez, ha emitido 3.995 millones de euros en letras a 12 meses, frente a una demanda de 8.836 millones de euros, y también ha profundizado en la rentabilidad negativa ofrecida al pasar del -0,440% al -0,452%.
La última vez que subastó letras a seis y doce meses fue el pasado 14 de enero, cuando colocó 5.105 millones de euros en estas referencias, dentro del rango medio previsto, y lo hizo cobrando más a los inversores por las letras a 6 meses, al registrar tipos más negativos, pero menos por las letras a 12 meses.
Este mes de febrero el organismo dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos volverá a los mercados durante dos jornadas más: el martes 18 de febrero para subastar letras a tres y nueve meses y el jueves 20 de febrero para hacer lo propio con bonos y obligaciones. Para 2020 el Tesoro prevé realizar una emisión neta de deuda pública de 32.500 millones de euros, lo que supone un 7,1% menos respecto a la estrategia del año pasado, pero un 62,8% más respecto a los 19.960 millones finalmente emitidos a cierre de 2019.
La estrategia de financiación de este año contempla una emisión bruta de deuda pública de 196.504 millones para este año, un 6,2% menos que la estrategia de 2019 y prevé obtener toda la financiación neta a través de la emisión de instrumentos a medio y largo plazo. Además, el organismo prevé la emisión de su primer bono verde a 20 años en la segunda mitad del ejercicio.