VALENCIA. Las obras de reforma del edificio propiedad de la Cámara de Comercio en la calle Jesús de Valencia, por las que aún debe al Ayuntamiento 260.000 euros de la licencia definitiva, fueron subvencionadas con 6 millones de euros por la Conselleria de Economía, Hacienda y Empleo.
La Cámara de Comercio ejecutó entre marzo de 2006 y febrero de 2007 los trabajos de adecuación del edificio por un monto de 6,9 millones de euros. No obstante, el 13 de julio de 2006 firmó un acuerdo con la Conselleria de Economía, Hacienda y Empleo de la Generalitat, al frente de la cual estaba Gerardo Camps, mediante el que la Generalitat subvencionaba la mayor parte de la inversión para acondicionar el edificio.
El inmueble había sido adquirido en 2004 por el entonces presidente Arturo Virosque por 7,4 millones al Ministerio de Empleo, anterior propietario del edificio, con el objetivo de instalar allí la sede central de la Cámara de Comercio.
La reforma requirió una inversión casi tan elevada como la de la compra del edificio, ya que se necesitaba conectar dos bloques preexistentes de 7 y 8 plantas. El resultado fue un complejo de 5.500 metros cuadrados con una planta completa para aulas de formación, cinco para oficinas y servicios, un salón de actos con capacidad para 200 personas y un salón de plenos con 84 plazas, además de biblioteca, sala de prensa y salas de juntas y reuniones distribuidas por todo el edificio.
En el momento de la finalización de la obra, la Cámara pagó al Ayuntamiento 79.725 euros del impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obra sobre una base imponible de 1,99 millones de euros.
No obstante, tal y como publicó este periódico, aún no ha abonado el importe correspondiente a la ampliación, ya que el Ayuntamiento no ha realizado la liquidación definitiva al no disponer del certificado final y el presupuesto definitivo de la obra realizada.
El Consistorio ha reclamado esos documentos al menos en un par de ocasiones en los últimos años, la última de ellas en 2014, con el PP todavía en el Gobierno local, pero la Cámara sigue sin aportarla. La deuda pendiente, según cálculos de la institución que preside José Vicente Morata, supera los 260.000 euros.
El edificio, uno de los principales activos inmobiliarios que posee la institución, se encuentra actualmente alquilado a la Agencia Tributaria, que en 2015 firmó un acuerdo con la Cámara de Comercio para instalarse en el edificio cinco años a razón de medio millón de euros cada año.
Gracias a esa renta, más la que recibe por los espacios alquilados en la Escuela de Negocios Luis Vives de Paterna, la Cámara ingresó el pasado año algo más de 970.000 euros por alquileres de inmuebles.
En 2015, la Cámara de Comercio de Valencia redujo sustancialmente sus pérdidas al pasar de 950.214 euros negativos de 2014 a unos números rojos de 365.564 euros.
Según recuerda en el informe que acompaña a sus cuentas, la desaparición del recurso cameral permanente obligó a efectuar en 2011 "un importante ajuste económico, organizativo y de personal" para adecuarse a la nueva situación, estabilizada desde 2014.
En las mismas cuentas se explica que, con el fin de atender gastos urgentes o imprevistos y con el fin de compensar las bajas de recaudación, la Cámara está obligada a mantener un fondo de reserva con al menos el equivalente a la mitad de lo ingresado por el recurso cameral en el último ejercicio.
Dado que en 2015 los ingresos por ese concepto fueron de 72.294 euros, la obligación asciende a 36.147. No obstante, al cierre del ejercicio la institución tiene constituidas reservas muy superiores en ese fondo, ya que superan los 4,94 millones de euros.