CASTELLÓ. Sudáfrica se ha convertido en una seria amenaza para la salud fitosanitaria de la agricultura europea. No en vano, en octubre, una de cada siete partidas con plagas detectadas en las fronteras de la UE procedía de este país. Ni más ni menos que 19 interceptaciones de fruta con "organismos nocivos" (de 140 en total), como la Comisión Europea denomina a las plagas. Y todas las de Sudáfrica llegaron alojadas en cítricos.
Según el último informe de Traces (Trade Control and Expert System), el sistema de control en frontera de la Comisión, publicado esta semana, se trata de 16 partidas con mancha negra (Phyllosticta citricarpa) y las otras 3 con falsa polilla (Thaumatotibia leucotreta). Ambas cifras son desmesuradas. Tanto, que hay que remontarse hasta 2014 para encontrar un mes de octubre con más interceptaciones. En aquel caso fueron 20.
Así pues, en octubre Sudáfrica ha enviado más fruta con plagas que en ningún otro mes de este 2021, por encima de septiembre, cuando fueron 14. Esto puede deberse a que, cada vez más, los exportadores sudafricanos aprovechan la ventana que el acuerdo comercial con la UE les abre para enviar naranja gravada con aranceles cada vez más bajos a partir del 15 de octubre, algo que antes de 2016 no sucedía. Además, este año los problemas en los fletes y portuarios han retrasado sus envíos, algo que además está repercutiendo de forma muy negativa en el inicio de la campaña española.
Y en lo que se refiere al acumulado del año, Sudáfrica no muestra mejores números. De abril a octubre (con números muy bajos en los primeros meses), Sudáfrica acumula 60 interceptaciones de partidas de fruta con plagas en las fronteras europeas. La cifra triplica la del mismo periodo de 2020, cuando fueron 19. En octubre del año pasado solo llegaron 3 partidas contaminadas.
Estadísticas escandalosas cuando la Comisión Europea está revisando el acuerdo comercial con los países del África del Sur... y justo antes de que el ministro de Agricultura, Luis Planas, se reúna este mismo viernes con los productores citrícolas valencianos, que han alertado en repetidas ocasiones de este problema, que además sufren en sus carnes con el cotonet, que tantos problemas y costes les está causando.
Pero no solo ello. Y es que a los datos de Sudáfrica hay que sumar los de Zimbabue, limítrofe con el primero y donde muchos integrantes de la patronal sudafricana (Citrus Growers' Association) también cultivan naranjas y mandarinas. Así, las interceptaciones de fruta con plagas procedentes de Zimbabue también se han disparado, hasta el punto de que es el país con mayor número en octubre, con 23. Se trata, además, de los mismos organismos que en Sudáfrica, la mancha negra (16 partidas) y la falsa polilla (7). Entre los dos suman 42 partidas contaminadas, el 30% del total.
Todo ello demuestra, como ya ha señalado la Autoridad Europea de Sanidad Alimentaria, que los protocolos sanitarios que se aplican en aquellos países no funcionan, por lo que la misma EFSA exige el tratamiento en frío para la fruta procedente de allí. Y esto a pesar de que Sudáfrica utiliza fitosanitarios que, en teoría, no deberían poder acceder al territorio comunitario.