VALÈNCIA. En materia de igualdad de género en el ámbito laboral es bastante común escuchar conceptos como “techo de cristal”. Sin embargo, existen otros fenómenos menos reconocidos como el de “suelo pegajoso” que también afectan a las trabajadoras. De hecho, en la Comunitat Valenciana, el suelo pegajoso es uno de los principales motivos que impide a las mujeres ascender en sus puestos de trabajo, según un estudio de auditoría retributiva que ha realizado la consultora Equipo Humano junto a la tecnológica Lãberit, encargada del tratamiento de los datos.
El concepto de suelo pegajoso hace referencia a las dificultades con las que se encuentran las mujeres a la hora de abandonar puestos de trabajo precarios respecto a sus compañeros. De hecho, uno de los principales aspectos en los que este concepto pone el foco es en la temporalidad de los contratos y las jornadas reducidas.
La tendencia generalizada que se observa a raíz de estas auditorias retributivas es que las mujeres tienden a ocupar puestos con jornadas reducidas para dedicar más tiempo a su vida personal. De hecho, según este informe, las mujeres de media dedican al hogar y a la familia dos horas más que los hombres.
Del INE y de la Encuesta de Población Activa se desprende que el 15,4% de las mujeres inactivas lo están por dedicarse al cuidado de hijos y familiares frente al 1,9 % de los hombres. En aspectos relacionados con la conciliación familiar, “las empresas deben impulsar medidas de corresponsabilidad para fomentar que no sean siempre las mujeres las que tengan que hacerse cargo del cuidado de los familiares” defienden desde Equipo Humano.
Relacionado con esta cuestión, se encuentra el escaso uso que hacen los hombres de los permisos de paternidad que, por norma general, solo disfrutan de los períodos que son intransferibles y pagados. Una situación que contrasta con la de las mujeres que suelen apurarlos.
Otras desigualdades de género en el ámbito laboral
En este análisis también han salido a la luz otras desigualdades retributivas como el techo de cristal o la infrarrepresentación de las mujeres en los puestos que tradicionalmente se consideran masculinos. Respecto a este último, desde la consultora aconsejan que, en los procesos de reclutamiento, selección y contratación, se implante un procedimiento basado en criterios de igualdad y enfoque de género.
La segregación horizontal, es decir, que las mujeres trabajan en determinados sectores como el sanitario es otra de las realidades que ha quedado reflejada en este análisis. Lo mismo ocurre con la segregación vertical o la concentración de mujeres en rangos inferiores respecto a sus compañeros hombres.